1.ª edición: mayo, 2014
© 2014 by Katherine J. Bennett
© Ediciones B, S. A., 2014
Consell de Cent, 425-427 - 08009 Barcelona (España)
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Depósito Legal: B 11611-2014
ISBN DIGITAL: 978-84-9019-826-1
Diseño de portada: Rosa Gámez
Imagen portada: ©Thinkstock
Maquetación ebook: Caurina.com
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Contenido
Portadilla
Créditos
Año I D.C.
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Año I D.C.
La civilización, tal y como la habían conocido, se estaba desmoronando poco a poco.
Cruentas guerras, ambiciones desmesuradas, brutalidad, injusticia, corrupción, hambre, enfermedades, esclavitud. Todo ello hacía que sobrevivir fuera cada día más difícil.
Muchos no lo conseguían.
Cansados de ver cómo los ejércitos arrasaban con todo y contra todo, veinte de los hombres más eruditos, llegados de todas partes del mundo, se reunieron en un lugar intermedio para buscar una solución. No fue tarea fácil, puesto que cada uno tenía su punto de vista, pero después de once días y once noches de deliberación, por fin, el duodécimo día llegaron a un acuerdo.
Había que comenzar desde cero. Crear una nueva civilización donde todo el mundo fuese igual; donde todas las personas hablasen un mismo idioma y tuviesen unas mismas creencias; donde la bondad, la decencia y la moralidad prevaleciesen por encima de las ansias de poder; donde no hubiese ni ricos ni pobres; donde nadie tuviese que pasar hambre; donde todo el mundo fuese considerado igual sin importar el color de su piel, su religión o su procedencia. Para ello necesitarían encontrar un lugar en la Tierra que no hubiese sido contaminado, que estuviese virgen, un lugar resguardado de las invasiones de las diferentes civilizaciones que habitaban en el mundo, algún lugar escondido para que no pudiesen encontrarles y arruinar su intento por crear una nueva civilización. Una nueva Atlántida. Una utopía. Una quimera que ellos se encargarían de convertir en realidad.
Los veinte hombres buscaron sin descanso por cada rincón del planeta. Norte, sur, este, oeste. Sufrieron hambre, frío y enfermedades, pero el sacrificio merecía la pena.
Siete largos años tuvieron que pasar hasta que uno de ellos, el más joven de todos, diera con el lugar idóneo.
La desesperanza se había hecho un hueco en su corazón. Cansado y abatido, había comenzado el regreso a su pueblo, a su hogar, si es que todavía estaba en pie.
Lo que nunca se hubiese imaginado es que su viaje de vuelta en realidad se iba a convertir en el principio de una vida, una nueva esperanza para la humanidad.
La mujer más bella que había visto en su vida se cruzó en su camino.
Se enamoraron en el mismo momento en el que se miraron por primera vez a los ojos, mientras él estaba bebiendo de aquella laguna y ella apareció de pronto, emergiendo del agua orgullosa, tersa, joven.
Mantuvieron su relación en secreto, y durante un tiempo él se olvidó de todo lo que no fuera ella, su dulce y bella náyade. Pero una tarde, mientras descansaban en la orilla del lago, después de haber hecho el amor, y sin saber por qué, él le contó de su viaje y sus motivos.
No fue hasta más tarde cuando le dijo