
Beneficios del mindfulness para niños
El aprendizaje de capacidades emocionales y sociales durante la infancia contribuye a una vida más sana y feliz tanto en el presente como con la mirada puesta en el futuro. La práctica de mindfulness es una de las herramientas que permite ese aprendizaje.
Si no sabes qué es el mindfulness y todos sus beneficios, sigue leyendo este post de Diana Oliver.

La pandemia por coronavirus ha puesto de manifiesto cómo la inteligencia emocional es fundamental para afrontar mejor todo aquello que no podemos controlar.
La incertidumbre. El estrés. El miedo. Esto es algo que la ciencia lleva años investigando: el papel de la inteligencia emocional en el bienestar de las personas. Y lo cierto es que la evidencia demuestra que disponer de herramientas para el aprendizaje de capacidades emocionales y sociales durante la infancia contribuye a una vida más sana y feliz.
Los niños están naturalmente inclinados a prestar atención al momento presente.
Es probable que en los últimos años hayas escuchado la palabra mindfulness. Esta práctica, traducida en español como «atención plena», es una de esas herramientas que contribuyen a aumentar nuestro bienestar, ya que nos ayuda a tomar contacto con las emociones desde la comprensión y la compasión. Desde el aquí y el ahora, permitiéndonos transitar el momento presente de forma consciente, lo que mejora nuestra gestión emocional. Chiara Piroddi, psicóloga y terapeuta especializada en infancia, considera que la práctica de mindfulness es una estrategia excelente para desarrollar la confianza en nosotros mismos y gestionar el estrés. «Se trata de un enfoque completo de la vida que nos permite tener conciencia de nosotros mismos y dar la bienvenida a nuestros pensamientos y emociones sin juzgar, y permaneciendo con la mente en el aquí y ahora», dice la experta.
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Nadie escapa del estrés. Tampoco los niños y las niñas, que se ven arrastrados por el ritmo imparable de los adultos. Por eso la práctica de mindfulness es interesante a edades tempranas, para que desarrollen la habilidad de vivir en el momento presente sin pensar en lo que fue o lo que será. Chiara Piroddi explica que es más fácil para un niño aprender mindfulness porque los niños están naturalmente inclinados a prestar atención al momento presente. «Somos nosotros, los adultos, quienes deberíamos aprender de ellos», dice. Además, se trata de un recurso muy útil para el desarrollo emocional y cognitivo de los niños: «Tiene ventajas para modular positivamente el desarrollo cerebral de un niño, quien practicándolo consistentemente puede madurar habilidades útiles en la vida adulta».
Beneficios del mindfulness en la infancia, según Chiara P.
- Practicando mindfulness pueden aprender a reflexionar sobre sus emociones y desarrollan la habilidad de poder manejarlas. Conocer y controlar su pensamiento les permite orientarlo hacia pensamientos positivos que generen bienestar.
- Pueden aprender a gestionar la rabia, a recuperar la calma de manera más fácil. Por tanto, pueden mejorar la autorregulación y la concentración.
- Además, pueden experimentar desde una edad temprana un concepto muy importante pero muy descuidado socialmente: el de la gratitud. Ser agradecidos nos ayuda a desarrollar la serenidad y la empatía.
- Diversos estudios científicos han encontrado que manejar mejor las emociones ayuda a desarrollar una mente más creativa y proactiva y a mantener una buena regulación del humor. También es eficaz en situaciones de ansiedad o estrés y trastornos de atención y hiperactividad. Por ello podemos decir que mejora el bienestar mental del niño.
¿Cómo integrarlo en el día a día?
«No existen contraindicaciones que limiten el uso», señala la psicóloga cuando le preguntamos si la práctica de mindfulness es para todos los niños y niñas. Sí añade que puede suceder que para algunos niños sea más fácil respirar o concentrarse en su cuerpo que para otros, pero con constancia y acompañamiento todos pueden practicarlo.
La relajación y la práctica de mindfulness se introduce en la infancia desde lo lúdico, ya que los niños comienzan a integrarlo en su día a día con juegos y ejercicios divertidos. ¿Cómo? «Se pueden integrar algunos ejercicios en momentos cotidianos. Por ejemplo, los ejercicios de respiración cuando se despiertan por las mañanas, o ejercicios de concentración antes de la comida para escuchar la sensación de hambre, o por la noche los de gratitud para recuperar bienestar antes de irse a dormir. Entonces puede convertirse en una estrategia que el niño aprenda para luego enfrentar los momentos difíciles, para recuperar la calma cuando está enfadado o a salir de los pensamientos tristes», responde Chiara Piroddi.
En la escuela también puede integrarse esta práctica. De hecho, como recuerda la psicóloga, en muchos países, como los de la cultura anglosajona, ya está integrado. «Se pueden hacer ejercicios antes de comenzar el tema que vayan a trabajar. Así pueden tomar conciencia de cómo abordarla. O antes de un examen, para recuperar la concentración. O después de actividades físicas, que son muy excitantes, para recuperar la calma. Diez minutos son suficientes para recuperar el contacto con uno mismo, entrenando así la mente para que lo haga de forma espontánea», concluye Piroddi.
«Mi primer libro de relajación y "Mindfulness"»
En Mi primer libro de relajación y mindfulness, la psicóloga Chiara Piroddi recoge ejercicios prácticos para que los niños y niñas puedan integrar la práctica de mindfulness en su día a día. Ejercicios que servirán para situaciones concretas de la vida, lo que mejora el clima familiar pero al mismo tiempo les da herramientas para el futuro.