Historia de las palabras

Daniel Balmaceda

Fragmento

Índice

Índice

CUBIERTA

INTRODUCCIÓN

PALABRAS ARMADAS

EL SUELDO DEL SOLDADO

BOLA Y PELOTA

ROPA QUE HUYE

EL REY DEL FILO

VÍCTIMA DE SU APELLIDO

MR. BOYCOTT & MR. LYNCH

EL DESCUBRIMIENTO DE LA CANOA

TIBURÓN, PIRAGUA Y PAPAGAYO

COYOTES, CHAMACOS Y CAMALOTES

EL CÚNTUR PASA

LA PAMPA NO TIENE EL OMBÚ Y EL POCHOCLO NO ES GUARANÍ

ABATATADO

PALABRAS NUTRITIVAS

EL QUE ESPERA, NO DESESPERA

LOS RATONES DEL SER HUMANO

CIEN BUEYES Y DOS CHIVOS

MARCHE UN BEEF CON PAPAS FRITAS A CABALLO

EL EMPRENDEDOR DE LOS PATOS

LAS PAREJITAS DEL DICCIONARIO

LA PEQUEÑA VENECIA

CABO DEL CUERNO

UN NOMBRE POÉTICO

LOS GERMANOS SEAN UNIDOS

NAM, PAREDÓN Y DESPUÉS

CANAL DE LA MANGA

TOCÓ LA FLAUTA PARA SU AMADA

EL HÉROE DEL ARADO

NADA QUE VER CON LOS WICHIS

CARLOS, EL ALEGRE

IMPERMEABLES, SOMBREROS Y UN POCO DE LENCERÍA

ETC. Y CÍA.

S.O.S.

EL TELETRÓFONO

REUNIONES DE TUPPER

LA ACEITADA BICICLETA DEL INGENIERO

LA PUNTA LOCA

GASOLERO

EL ÁTOMO Y LA BOMBA

UN JIPIJAPA PARA MÍSTER G

EL GALANTE QUE LE REGALÓ UNA FLOR A HORTENSIA

NO PODÍA PARAR DE REÍR

LOS HERMANOS BURBUJAS

EL FRUSTRADO ILUMINADOR DE NUEVA YORK

LA CONQUISTA DE CHINA

ESCUCHO, LUEGO NOMBRO

LA MANO DE ANNA

EL PEQUEÑO FANTASMA

PEDRO, PABLO Y LA BOTELLA EXPLOSIVA

URBANO, EL DE LA CIUDAD

LOS SECRETOS DE FIONA Y DE VANESA

EL SEGUNDO NOMBRE

LA PEÑA EN DONDE ANIDA EL ÁGUILA

LOS BEATLEOVICHS

BENITO JUAN MARTÍN

EL SEÑOR TIJERAS

EL PRÍNCIPE DE LOS PERFUMES

EL INCREÍBLE GOLDMAN

LOS CUCHILLOS DE JOSEFINA

POR QUÉ HAY QUE PASEAR AL PERRO

BATMAN, GUTENBERG II Y LOS URUGUAYOS

LOS GEMELOS DE LA DISCORDIA

LA FALTA DE HERMETISMO DE LOS GANSOS

EL CUENTO DEL TÍO

EL MENSAJERO DE MADERA

TARJETA AMARILLA

HUMO, MINAS Y PINTURA

BONUS TRACK 1

BONUS TRACK 2

BIBLIOGRAFÍA

CRÉDITOS

Acerca de Random House Mondadori ARGENTINA

Portadilla
portadilla

A Francisco, Sofía y Silvia Balmaceda

INTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓN

Tengo la suerte de haber podido reunir en un mismo libro dos de mis pasiones, la historia y la palabra. Porque de la misma manera que alguna vez pudo despertarme curiosidad el nombre de una calle, siempre me ha interesado conocer los orígenes de los vocablos. ¿Por qué uno puede encontrar cálculos en la vesícula y en las matemáticas? La historia nos explica que los cálculos eran piedras muy pequeñas que se usaban para aprender a contar, de allí provino el cálculo matemático. En la vesícula se depositan piedrecitas, llamadas de la misma manera.

El vocabulario tiene muchísima importancia para quienes nos dedicamos a difundir ideas, conocimientos, informaciones y relatos. Un texto es una sinfonía. Creo en la armonía musical de un párrafo bien escrito. Estoy convencido de que una lectura debe deslizarse sin traumas en la cabeza de quien la recorre. Somos los intérpretes de una melodía sin notas musicales, con palabras. Saber usarlas es un arte y, a la vez, una satisfacción. Solemos toparnos con textos en los cuales las palabras parecen reunidas de manera forzada, como cuando se trata de encastrar dos piezas de un rompecabezas en forma incorrecta. Conozco cantidad de ejemplos, muchos escritos por mí.

Para remediar la falta de armonía es muy necesario comprender las palabras, pero no solo en un nivel superficial, sino con mayor profundidad. La identidad de la palabra nos revela muchos datos a quienes investigamos hechos históricos y buceamos en archivos. También nos permite marcar importantes diferencias entre sinónimos, por ejemplo. Uno de los objetivos de este libro es generar el deseo de detenernos frente a una palabra e intentar conocer su origen, su historia.

A mí me ocurrió en 1992, cuando apareció una revista que me atrapó. Se llamaba Idiomanía y se especializaba en temas que interesaban, sobre todo, a los traductores. Pero el tratamiento de los textos, las buenas ideas que planteaban las notas y la capacidad más el talento de sus autores la convirtieron en una publicación que terminaría disfrutando un público más amplio. Era mi caso, ya que pertenecía a esa camada de lectores que no éramos profesionales de los idiomas.

El director de la revista, Ricardo Naidich, era traductor de lenguas nórdicas. Miguel Wald, su jefe de redacción, realizaba los subtitulados de filmes. Entre los redactores figuraban Pierre Dumas, Edgardo Ritacco, Martín Eayrs, Enrique Zagari, Graciela Cutuli, Martin Wullich y Leandro Wolfson. Idiomanía estaba escrita por amantes de la palabra. Lejos me encontraba de arrimar algún material con la calidad de sus textos. Tampoco era traductor. Apelé entonces a mi condición de idiomaníaco para animarme a enviar un trabajo sobre las palabras que la América precolombina aportó a la lengua española. Luego me publicaron una nota en la que manifestaba mi desacuerdo con la postura del sexismo lingüístico. Después escribí algo sobre etimologías y as

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