Juntos y revueltos, ¿para siempre?

Alessandra Rampolla

Fragmento

INTRODUCCIÓN

Creo que estar en pareja puede ser una experiencia maravillosa, que nos permite crecer, ver la vida con alegría y que nos inspira a ser mejores y más felices. Pero antes de ser pro-pareja, sé que hay que ser pro-uno mismo. Para construir una pareja a largo plazo se necesita mucho más que ser un experto en psicología o conocer el universo de recursos eróticos. La misma palabra lo dice: construir, y construir implica trabajar mucho y muy duro en todos los aspectos: en el emocional, el espiritual y, por supuesto, en el aspecto sexual.

A diferencia de muchas cosas que podemos construir en la vida, una pareja a largo plazo no se puede armar unilateralmente. Son las dos personas que la integran quienes tienen que querer trabajar la tierra, abonarla, sembrar y cosechar, para nuevamente empezar el ciclo, una y otra vez… Porque es una tarea que no termina nunca, a no ser que alguno de los dos ya no quiera seguir cultivándola.

Tenemos que asumir que las parejas no siempre funcionan. Pero también es cierto que podemos maximizar las posibilidades para que sí funcionen. En estas páginas no les doy fórmulas mágicas ni infalibles. Quiero ofrecerles las mejores motivaciones y estrategias posibles para que lo intenten y se esfuercen en el camino, porque estoy convencida de que bien vale ese esfuerzo. No puedo ofrecerles garantías, pero sí les doy propuestas para que reflexionen a solas y con sus parejas.

Este libro va dirigido a todas las personas que están o quieren estar en una relación a largo plazo. No necesariamente tienen que ser matrimonios, con el acta sellada y firmada en el registro civil; sino aquellas parejas que decidieron compartir sus vidas el mayor tiempo que les sea posible.

Vamos a hablar de amor y de enamoramiento; del deseo y de las razones por las que parece evaporarse cuando el tiempo pasa. Haremos un recorrido por los diferentes momentos que atraviesa una pareja, y analizaremos el potencial que tienen de generar crisis con el objetivo de descubrir qué podemos hacer para superarlas.

Por supuesto que también vamos a hablar de sexo y de cómo hacer para que se mantenga rico, variado y fresco a lo largo del tiempo. Pero, desde ya, les hago una advertencia: ni las posturas más originales, ni las técnicas sexuales más precisas, ni los tips eróticos más sensuales, salvan una pareja que está quebrada emocionalmente y que no está dispuesta a trabajar junta. Consciente, muy consciente de ello, es que aquí, además de ofrecerles muchos consejos para enaltecer y llevar a otro nivel el disfrute sexual, les propongo diferentes maneras de resolver juntos los conflictos que se les puedan presentar.

Hay una imagen que me gusta usar para describir a las parejas, que es la de una torta bellamente decorada, preciosa. Siempre digo que antes de decorar la torta, el bizcocho, ese simple bizcocho que sirve de base tiene que ser sabroso. Pueden decorarlo con cremas y pastillajes vistosos, de manera muy original, pero si el bizcocho sabe mal, la torta tendrá sabor a frustración. Y déjenme decirles que ustedes, su conexión íntima y espiritual como pareja, son ese bizcocho. Las variantes sexuales sólo serán las cremas y los adornos con los que lo vamos a decorar y volverlo más apetecible. Siempre tengan esa imagen en mente.

En una pareja el planteo no puede ser: “¿Qué va a hacer el otro para que yo me sienta bien?”. La premisa de base debe ser: “¿Qué hago yo para sentirme bien?”. Y después: “¿Qué voy a hacer yo para que esta pareja funcione bien?”. Pero sobre todo: “¿Qué vamos a hacer los dos para que nuestra relación sea plena, excitante, divertida y deseable a largo plazo?”.

A pesar de mi divorcio, soy una ferviente creyente en la pareja. Creo que de esa experiencia, más allá de lo dolorosa que fue, salí fortalecida porque me permitió aprender de errores y aciertos, y ver ahora a la pareja desde una perspectiva tal vez un poco menos romántica, pero realista. Y aunque suene como una paradoja, toda esta vivencia me terminó de convencer de que es posible amar y ser feliz a largo plazo.

Soy amiga de una pareja que lleva casi quince años de casada, y sorprende porque continuamente sus integrantes brillan el uno con el otro. Juntos destellan. Cuando uno los ve es evidente que, además de amor, hay compañerismo, seducción, magia y mucho, pero mucho deseo.

Y son personas normales, como tú, como tu pareja, como yo. Si les preguntas cómo lo lograron, te dirán: “No vayas a creer que es fácil…”. ¡Pero en ellos luce taaaan fácil! La diferencia con otras parejas es que, en lugar de esconder sus problemas, los confrontan. Sé que atraviesan situaciones incómodas, que preferirían no tener. Pero también sé que comprenden que es preferible pasar por esos momentos para que esa pareja que eligieron formar, y les hace tanto bien, pueda crecer y perpetuarse.

No tengo duda de que si a ustedes les interesa “trabajar la pareja”, en este libro van a encontrar herramientas para lograrlo. Y, sobre todo, van a iniciar un viaje donde cuestionaremos viejas y falsas creencias, aprenderemos a comunicarnos con el otro, nos prepararemos para los momentos de crisis, ejercitaremos una nueva forma de mirar a quien tenemos al lado y descubriremos nuevas emociones. Vamos a revitalizar nuestra vida sexual para que se vuelva más plena, interesante, curiosa, aventurera y mágica. En fin, será un viaje que los llevará por el camino a convertirse en la mejor versión de pareja que puedan ser.

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