Gritos y susurros II

Denise Dresser

Fragmento



Índice

Portadilla

Índice

Agradecimientos

Prólogo

Sandra Fuentes-Berain. Bomberos mexicanos

Lydia Cacho. Sorprendida ante el amor

Diana Bracho. Ojos de asombro

Rebecca de Alba. No se me olvida

Astrid Hadad. Una tarde con mi hermano Tony

Ángeles Mastretta. Mis dos cenizas

Alejandra de Cima. Cuando Urano se fue de mi Sol

Mónica Patiño. Buscando respuestas

María Elena Morera. Bienvenida la vida

Rosaura Ruiz. Madre, hija, universitaria

Fernanda Familiar. A fuerza de trancazos

Ruth Zavaleta. Sorpresa: soy la muerte

Rosa Beltrán. Una rosa es una rosa es una rosa

María Asunción Aramburuzabala. Un corazón imprevisible

Gabriela Cuevas. Mi vida en la política

María Teresa Priego. Unos cuantos piquetitos

Maricarmen de Lara. Una habitación propia

Cecilia Suárez. ¿Por dónde?, alguien haga luces si sabe algo

Josefina Vázquez Mota. Cocinando la vida

Tanya Moss. Bailar a mi son

Margo Glantz. Son tus perjúmenes…

Dulce María Sauri. Mirar hacia atrás

Paloma Porraz. Sorpresas te da la vida

María Teresa Franco. Momentos de sorpresa

Amaranta Gómez Regalado. Muxhe mexicana

Magali Lara. Ser, finalmente, sólo yo

Marinela Servitje. Un papalote con estrella

Martha Delgado. Mujer y ecologista

Purificación Carpinteyro. Bonica

Rosario Ibarra de Piedra. Proemio-misiva

Patricia Martín. Entre el reto y la sorpresa

Julieta Venegas. Ser cantante

María Cristina García Cepeda. Cuatro sorpresas esenciales

María Teresa Arango. Nacer en Egipto, vivir en México

Martha Debayle. Todo pasa cuando tiene que pasar

Miriam Morales. ¿Quién sabe todavía el lugar de su nacimiento?

Carmen Parra. Amar constante, más allá de la muerte

Susana Harp. Se la gané al destino

Lourdes Ramos. Encontrar mis alas

Biografías

Créditos

Grupo Santillana

Gritos y susurros II

Agradecimientos

A 39 mujeres por participar en esta aventura
A Carol Shields por sugerir la idea
A Julia de la Fuente por encabezarla
A Andrea Huerta por cuidar sus pasos
A Francisco Varela y Cecilia Farfán por acompañarnos
A Guillermo Güémez por darle portada
A Nina Menocal por darle albergue
A Ingmar Bergman por inspirar su título
A John Fleming otra vez, por todo, para siempre

Gritos y susurros II

Prólogo

“Siento que hay cosas inexploradas sobre las mujeres que sólo otra mujer puede explorar”, escribió la pintora Georgia O’Keefe. Y tiene razón: cuando una mujer escribe sobre su experiencia vital y otra la lee, suele surgir una identificación inmediata, una empatía instantánea, una conversación que se vuelve puente construido a lo largo de las palabras. Desde el principio de la historia, las mujeres se han comunicado entre sí, inclinadas sobre una fogata, o meciendo la cuna, o cocinando sobre el calor de una estufa, o escribiendo las líneas de un texto. Al hacerlo, airean sus problemas y exorcizan sus miedos. Descubren quienes son y se construyen como personas a través de las conexiones que forjan. Crean una comunidad de entendimiento.

El primer libro de Gritos y susurros generó entusiasmo y energía precisamente porque tejió una comunidad entre quienes lo leyeron, lo comentaron y lo recomendaron; su éxito demostró que la mujeres de México necesitan compartir sus historias, identificarse con ellas. Este libro avanza el ejercicio de libertad iniciado con el primer volumen y convoca nuevamente a un grupo diverso de mujeres –escritoras, actrices, artistas, políticas, funcionarias, empresarias, chefs, cantantes– a contar sus historias. Al igual que en el volumen anterior, a todas les he pedido que contesten a las siguientes preguntas. ¿Qué te ha tomado por sorpresa? ¿En qué momentos y frente a qué circunstancias te has sentido poco preparada? ¿Qué ha constituido un reto inusual y desconcertante para ti?

A partir de la diferencia, todas escriben sobre decisiones, elecciones y omisiones que han determinado su destino. Revelan momentos vitales, describen encrucijadas difíciles, hablan de situaciones imprescindibles que las llevan a ser quienes son hoy. Mujeres que, como diría Rosario Castellanos, “se separaron del resto del rebaño e invadieron un terreno prohibido”. Mujeres que ocupan el espacio público. Mujeres que han rechazado el anonimato. Mujeres que ejercen la libertad. Mujeres valientes. Mu

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