Une los puntos

John / Diane Chambers / Brady

Fragmento

Título

Introducción

Solía pensar que el mejor momento para tener un libro sobre uno mismo es después de que estás muerto. No soy partidario de elogiarme y estoy muy consciente de mis debilidades. También sé que todo lo que he logrado en mi vida, desde superar la dislexia hasta la construcción de Cisco, ha sido por el equipo de personas que me rodean. Durante 20 años tuve el increíble privilegio de liderar una compañía que conectaba a las personas a internet y cambiaba la forma en que trabajamos, vivimos jugamos y aprendemos. Me veo a mí mismo como un entrenador, como alguien que construye grandes equipos y como un asesor. Me encanta enseñar. Lo que me hizo cambiar de opinión acerca de escribir un libro no fueron tanto las lecciones del pasado como las oportunidades del futuro. Estamos en la cúspide de una revolución que tomará el impacto de internet y no sólo lo multiplicará, sino que se reproduce más rápido que cualquier disrupción que hayamos visto. En una década es posible que unos 500 mil millones de automóviles, refrigeradores, teléfonos, robots y otros dispositivos se estén comunicando en línea. Como inversor y asesor de nuevas empresas en todo el mundo, estoy increíblemente emocionado por el potencial de las nuevas tecnologías para fomentar vidas más largas, comunidades más seguras y una mayor prosperidad global, así como para crear cientos de millones de nuevos empleos. Pero ahora también entiendo los temores porque esta disrupción será tan brutal que más de 40% de las empresas de hoy no estará aquí dentro de 10 años. Ya estamos viendo que ese impacto empieza a generarse en movimientos políticos, pérdidas de empleos y modelos de negocios fallidos. Mientras tanto, las personas que están a la cabeza de este cambio a menudo parecen estar sordas a los inconvenientes de esta disrupción y desconocen los riesgos que enfrentan.

Una vez, un buen amigo me dijo que no se puede describir a una compañía o un líder como “excelente” hasta que hayan pasado por una experiencia cercana a la muerte y hayan regresado. Steve Jobs lo hizo con Apple, al igual que Jack Welch en GE. En el año 2000 Cisco fue la empresa más valiosa del planeta. Habíamos crecido 65% todos los años durante una década y fui tratado como una celebridad de Silicon Valley con todo y los paparazzi siguiéndome desde mi casa hasta los restaurantes y recibiendo elogios en los medios de comunicación como el “mejor jefe” de Estados Unidos y “el máximo CEO”. Un año más tarde, después de que el derrumbe de las punto-com eliminara a una cuarta parte de nuestros clientes y 80% del precio de las acciones, mi cara estaba en los medios de comunicación por una razón muy diferente. Sobrevivimos a esa crisis y a otras cinco recesiones que podrían haber matado nuestro negocio, como pasó con muchos de nuestros competidores. Aprendimos a reinventarnos una y otra vez.

Esa capacidad de reinventar no sólo a tu empresa sino a ti mismo es la habilidad crítica de cada líder en la era digital. No importa si lideras una empresa de dos personas o de 200 mil: tienes que aprender a ser rápido, flexible, y a estar a la vanguardia. Lo que realmente nos diferenció en Cisco fueron cuatro fortalezas clave: la capacidad de anticipar y adelantarse a las transiciones del mercado, los procesos de innovación que podrían replicarse a escala, una cultura sólida centrada en los clientes y una arquitectura de red que nos dio una flexibilidad increíble para innovar y movernos a nuevos mercados. Ninguna de estas cosas sucedió debido a la mala suerte o la personalidad ganadora del jefe. Estas prácticas comienzan con algunos de los valores fundamentales y las lecciones que aprendí de mi familia mientras crecía en West Virginia; incorporan lo que he aprendido de muchos grandes líderes, tanto dentro como fuera de Cisco, y han sido perfeccionadas a través de la práctica y algo de dolor. Vi a mis primeros dos empleadores, IBM y Wang, pasar de ser gigantes en la industria, a fracasar, y aprendí por qué. Tienes que competir en el momento, pero también superar los triunfos o problemas de corto plazo para pensar tres, cinco e incluso 10 años para salir a perseguir sueños más grandes y más audaces.

En Cisco a veces fuimos muy precipitados o acaparamos demasiado, pero la razón por la que finalmente nos quedamos en la cima fue porque nos enfocamos en unir los puntos. Desarrollamos un libro de jugadas para todo, desde cómo adquirimos empresas hasta cómo dirigíamos a las personas, cómo tratamos con los clientes, hasta cómo digitalizamos países. Lejos de restringirnos, estas herramientas nos permitieron reinventar la empresa hacia donde va el mundo, en lugar de donde está hoy. Es un conjunto de habilidades poderosas que puede lograr que cualquier equipo sea imbatible. Cada vez que aprendo algo que es realmente poderoso en mi vida, quiero transmitirlo. He tenido la oportunidad de compartir una serie de estas lecciones con otros, y he sido testigo de cómo funcionan una y otra vez en diversas situaciones. Por eso estoy escribiendo este libro.

Las oportunidades en las próximas décadas serán asombrosas. Cada persona en el planeta tiene el potencial para competir. El vendedor promedio en eBay hace negocios en siete países. Con la digitalización, cualquier persona puede innovar y saltar a la competencia a una escala y velocidad sin precedentes. No existen privilegios, ni siquiera para Silicon Valley. Ahora estoy trabajando con emprendedores y líderes en Estados Unidos, India, Francia y otras partes del mundo que podrían liderar la próxima gran ola de innovación. A través de JC2 Ventures estoy invirtiendo y trabajando con nuevas empresas para ayudarlas a escalar y convertirse en el próximo Cisco. Algunas de ellas no lo lograrán, pero creo que muchas lo harán, creando empleos y oportunidades más allá del alcance de cualquier cosa que podamos imaginar ahora. Lo que diferenciará a los ganadores de los perdedores no será la tecnología o el capital, sino el liderazgo y la voluntad de aprender. Las lecciones y prácticas que me ayudaron están demostrando ser poderosas para muchas de las personas que asesoro.

Como asesor del presidente Emmanuel Macron, de Francia, y del primer ministro Narendra Modi, de la India, he visto cómo los líderes políticos visionarios pueden transformar sus países en naciones startup. En JC2 Ventures, una compañía que cofundé para invertir en startups y ayudar a los líderes a escalar, he visto cómo los libros de jugadas que utilicé en Cisco pueden funcionar en negocios tan diversos como granjas de grillos y seguridad con drones.

Sinceramente yo me llevo más crédito del que merezco. Mi éxito se debe a la increíble pasión, disciplina, innovación y trabajo en equipo de la gente de Cisco. A todos los CEO les gusta decir eso. En mi caso, es definitivamente cierto. He trabajado con muchas generaciones de líderes financieros, líderes de ventas, jefes de ingeniería y otros líderes que sabían mucho más sobre su área de lo que yo podría. Tuve la suerte de que los ingenieros más brillantes de Silicon Valley trabajaran conmigo para crear productos que realmente cambiaron

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