Cuando fuimos tortugas

Mar Benegas

Fragmento

JUNIO

JUNIO

28 de junio

Hola, Diario:

Hoy empiezo a escribirte.

Me ha dicho Sonia que primero tengo que saludarte. Ella te me ha regalado… ¿Cómo se diría, «me te ha regalado» o «te me ha regalado a mí»? Uf. Qué lío.

En fin, Diario, que eres un regalo de Sonia. Me ha dicho que tengo que poner la fecha y saludar.

Que escribir es bueno para que exprese todo lo que yo quiera. Que no hay límite. Y que luego podré releerte y veré cómo estaba. Que eres algo mío, solo para mí.

Y que me ayudará a hacer cosas sin Ana. Ana es mi hermana.

Eso sí que es una tontería. ¡No queremos hacer cosas separados! Es mi hermana melliza y siempre siempre siempre estaremos juntos. Nunca nos abandonaremos.

En fin, empiezo. Que no sé bien qué escribirte, Diario.

¿Que estamos de vacaciones? Qué guay. Sí, las largas, las vacaciones de verano.

Y que tengo nueve años y que mi hermana y yo hemos decidido escribir un diario, uno cada uno.

Bueno, la verdad es que la idea no ha sido nuestra.

Ya sabes que ha sido de Sonia, ella nos ha dicho que sería guay.

Y nos los dio… Te dio… Nos te nos los dio… ¡Qué lío! Bueno, uno para mi hermana y uno para mí.

Por esto te estoy escribiendo.

Como mañana voy a verla, he empezado hoy, para que no se sienta mal.

Le diré que es un rollo, que no me gusta. A mi hermana sí que le gusta, lleva una semana con su diario.

Y no para de escribir cosas. Tonterías, en realidad. Lo sé porque luego me las lee todas.

No entiendo mucho esto de escribir un diario.

Ahora que no tengo deberes ni exámenes. Que puedo salir a buscar cangrejos o pescar a la playa.

¿Escribir? Venga, Sonia, no flipes.

Me largo, ya me he cansado. Adiós.

29 de junio

Hola, aquí estoy otra vez.

Hoy he ido a ver a Sonia. Mi hermana y yo vamos a verla una vez a la semana.

Es maja, en realidad. Vamos por separado.

Y luego nos lo contamos todo. Es el trato.

Somos mellizos. Eso ya te lo había dicho, para que no te olvides.

No somos idénticos, pero la gente nos confunde. Eso es divertido, a veces.

Llevamos el mismo pelo. «Ni largo ni corto», le dice mi madre a la peluquera cuando vamos.

Y la peluquera la entiende. Como la pizca de sal que se echa a la comida o dejarla en el fuego «hasta que esté hecha».

No te lo he dicho, pero me encanta cocinar y estoy aprendiendo.

A mi hermana y a mí nos gusta contárnoslo todo y estar juntos.

A veces nos peleamos con la gente. Pero nunca entre nosotros. Es el trato.

Dicen que es raro, que no nos peleemos como «buenos hermanos».

A mí no me lo parece. Y a veces sí nos peleamos, pero poco.

En general, la gente es bastante idiota. Mi hermana no lo es.

Total, que a Sonia le ha dado por ahí.

Que es bueno expresarse sin miedo. Un diario es genial para eso, nos dijo. Blablablá.

«Para que podáis expresar todo lo que sentís». Blablablá. En fin.

Ya he escrito muchísimo y me duele la mano.

Adiós.

30 de junio

Hola, Diario:

La verdad es que hoy no sé qué poner aquí.

Sonia es maja, pero un poco pesada. Ayer estuvimos hablando de los abuelos.

Sigue siendo verano y estamos de vacaciones.

Eso mola.

Bueno, no tanto si tienes que escribir un diario.

Perder el tiempo aquí, pensando qué escribir. No es por ti, Diario. No es nada personal, en serio.

La verdad es que Sonia me cae bien, por eso a veces le hago caso.

Y ayer me dijo que es bueno para nosotros hacer cosas por separado.

Tener un poco de intimidad.

Yo no le conté que luego nos leemos lo que hemos escrito, no quiero hacerla sufrir, ¿para qué?

La verdad es que tengo muchas ganas de ir a ver a los abuelos.

Me voy a jugar, que estoy harto de ti, Diario. Pero no es nada personal, es que no me gusta escribir.

Cambio y corto. Adiós.

JULIO

1 de julio

Hola, Diario:

Me estoy acordando de las hogueras que hago con el abuelo. Y de los huevos de Lupita.

Menos mal que ya queda menos.

Como ya no hay cole, vamos a ir a verlos, aunque ya te lo había dicho, creo. Nos quedaremos con ellos unos días, un montón. Casi un mes, en su casa. Cuento los días que faltan para ir.

Nos vamos a finales de julio. Falta mucho todavía.

Allí el tiempo va más rápido. Y todo está más rico. Y es más divertido vivir, así, en general.

¿Cómo estará mi gallina Lupita? ¿Te he dicho que tengo una gallina?

Dice mi abuelo que da los mejores huevos del mundo. Yo me lo creo. Aunque a mi hermana le dice que los de Ernestina son los mejores. A veces pienso que el abuelo nos dice eso para hacernos felices. Eso no es una mentira, ¿verdad? ¿O tal vez sí? No creo que se pueda identificar quién puso los huevos, porque ellas ponen donde les da la gana, son gallinas libertarias, según dice mi abue

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