A mi estrambótica familia,
hecha de fechas y nombres que no encajan
—Romano, quisiera abrir una librería en mi pueblo.
—Bien. ¿Cuántos habitantes tiene?
—Ciento ochenta.
—Veamos, ciento ochenta mil dividido por...
—No, no ciento ochenta mil, ciento ochenta.
—Estás loca.
Conversación telefónica con Romano Montroni, exdirector de las librerías Feltrinelli
Había una vez una reina que tenía una casa de muñecas. Una casa de muñecas tan maravillosa que la gente acudía de todas partes para verla.(1)
VITA SACKVILLE-WEST, A Note of Explanation. A Little Tale of Secrets and Enchantment from Queen Mary’s Dolls’ House