Su carrito
No hay más artículos en su carrito



INTRODUZIONEPAGINA 5MONO NO AWAREPAGINA 11STORIA DI TADAOPAGINA 27LO SPIRITO DELLA TIGREPAGINA 35MUSIC FOR JAPANESE AMBIENTSPAGINA 46TOKYO BLUESPAGINA 49PAGINA 65KAMUKAIPAGINA 68MUSIC FOR JAPANESE AMBIENTS 2PAGINA 27STORIA DI TADAOPAGINA 35LO SPIRITO DELLA TIGREPAGINA 46MUSIC FOR JAPANESE AMBIENTSPAGINA 49TOKYO BLUESLA CHAMANAPÁGINA 6kokoroPÁGINA 9MONO NO AWAREPÁGINA 13 HISTORIA DE TADAOPÁGINA 29 EL ESPÍRITU DEL TIGREPÁGINA 37MUSIC FOR JAPANESE AMBIENTSPÁGINA 48TOKYO BLUESPÁGINA 51PÁGINA 65lolitaPÁGINA 83kamukaiPÁGINA 88MUSIC FOR JAPANESE AMBIENTS 2PÁGINA 91autumnPÁGINA 105SOL PONIENTEPÁGINA 111YŌKAIPÁGINA 128SUEÑO



EN LA ESCUELA DE LA CHAMANAAl principio, yo pretendía hacer un picture-book, un libro de imágenes-Esto explica el formato apaisado, razón bien sencilla-Mostrar las acuarelas tal como nacen, sin cortes ni reducciones-Recopilar las imágenes y ponerlas en fila-Empecé a reunir dibujos y retazos de relatos- Los dibujos llamaron a otros dibujos, que empecé a hacer, uno detrás de otro, y se combinaron formando nuevas secuencias, en un flujo febril que dio lugar a una narración natural e íntima-Después, para las páginas de la izquierda, escogería fragmentos de mis diarios de viaje-Eso fue lo que dije durante el proceso de concepción; eso, en mi cabeza, era KOKORO-Conocí a la señora Kudo en 1994, en Kioto- Decían que era chamana- De ella recuerdo su sonrisa infantil-Me dijo: “Aguza el oído. Hay razones que no oyes pero que guían todo lo que haces”-El libro es esto, el resultado en buena medida inconsciente de un diálogo de fragmentos-6







En la cultura japonesa, “kokoro” es el corazón, entendido en su acepción espiritual- Sobre este concepto escribió el gran literato Natsume Soseki- También Lafcadio Hearn, autor irlandés nacionalizado japonés con el nombre de Yakumo Koizumi, quien tradujo “kokoro” como “el corazón de las cosas”-



Empecé casi por casualidad- En el 7-Eleven de debajo de casa vendían unos cuadernos pequeños y sin pretensiones- Y así, sin darme cuenta, comencé a viajar, hasta en los trayectos más insignificantes, con esos blocs de notas en la mochila-De vez en cuando me detenía y apuntaba algo- Ideas, cosas que me pasaban, esbozaba rincones conocidos- Sin duda, el hecho de que fuesen cuadernos sin pretensiones contribuyó a romper el tabú del “dibujo bonito”-Parada del 58, debajo de casa-10