Atados por error

Ruth M. Lerga

Fragmento

Creditos

1.ª edición: julio, 2015

© 2015 by Ruth M. Lerga

© Ediciones B, S. A., 2015

Consell de Cent, 425-427 - 08009 Barcelona (España)

www.edicionesb.com

ISBN DIGITAL: 978-84-9069-147-2

Maquetación ebook: Caurina.com

Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

Dedicatoria

 

 

 

 

 

Para Ana F. Maloy, Sandra Palacios Bree y Lola Rey

¿Habéis pensado alguna vez que mientras escribía «Error imprevisto»

y también vosotras buscabais por aquel entonces vuestra voz en el foro

de «El Rincón de la Novela Romántica»

y nos pasábamos mails corrigiéndonos las unas a las otras,

ninguna sabía qué narices eran unas galeradas?

¡¡Y miradnos ahora!! Y nos seguimos escribiendo y contando proyectos.

¿No es maravilloso?

Vaya por vosotras, mi mejor recuerdo de escribir esta historia.

A Rosa Gámez, que me hizo mi primera portada con unas copas de cava,

unas fichas de juego y dos alianzas. ¡La guardo con muchísimo cariño!

Y Almudena Muñoz también estuvo allí aunque haya enmudecido.

Para Ana F. Maloy, Sandra Palacios Bree y Lola Rey

Eres mi eterno proyecto: I won't give up.

Contenido

Contenido

Portadilla

Créditos

Dedicatoria

 

PRÓLOGO

UNO

DOS

TRES

CUATRO

CINCO

SEIS

SIETE

OCHO

NUEVE

DIEZ

ONCE

DOCE

TRECE

CATORCE

QUINCE

DIECISÉIS

DIECISIETE

DIECIOCHO

DIECINUEVE

VEINTE

VEINTIUNO

VEINTIDOS

VEINTITRES

VEINTICUATRO

VEINTICINCO

VEINTISÉIS

VEINTISIETE

VEINTIOCHO

VEINTINUEVE

TREINTA

EPÍLOGO

Nota de la autora

atados_por_error-4.xhtml

PRÓLOGO

Las Vegas, hace once años.

—Ahora vengo, salgo a dar una vuelta —dijo Isabel a sus amigas.

Recibió por respuesta un sí a coro pero ni siquiera la miraron, tan concentradas estaban en la mesa de los dados. Había bebido más de lo que acost

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos