
La amistad en niños
Dicen que la primera impresión es la que cuenta, pero no siempre sucede así, y además tenemos toda la vida para cambiar de opinión.
Así que el dicho de «llevarse como el perro y el gato» no tiene por qué aplicarse cuando las cosas no empiezan del todo bien. Sigue leyendo para saber cómo hacer que esos encuentros de tu hijo o hija con otros niños terminen bien a pesar de las diferencias.

EQUIPO PENGUIN KIDS
Entendemos de libros que molan
Cuando nuestros hijos son muy pequeños, aproximadamente hasta los tres años, es raro que al juntarlos con otros niños de su edad aparezcan roces o enfados entre ellos. De hecho, cuando les vemos jugando y compartiendo pensamos que ojalá se lleven así de bien siempre.
Pero a partir de los cuatro o cinco años, cuando nuestros hijos comienzan a ver peligrar sus recursos, como, por ejemplo, competir por un juguete o el afecto de mamá y papá, empiezan a aparecer emociones como la envidia o los celos, entre otras.
Educar a nuestros hijos en inteligencia emocional y escucharles de forma activa, hablando con ellos directamente, o de forma pasiva, observando sus reacciones, nos ayudará a nosotros y a ellos a que sus relaciones personales, ya sea con hermanos, primos o amigos del cole y del parque, vayan sobre ruedas o, al menos, de la mejor manera posible, y que el dicho «se llevan como el perro y el gato» se refiera a esos perros y esos gatos que se llevan a las mil maravillas. Te dejamos algunos consejos que ayudarán en caso de conflicto.
Te recomendamos
Como el gato y el perro
- Observar, preguntar y escuchar. Como apuntábamos arriba, debemos escuchar para saber qué les sucede, cuáles son sus emociones y, por descontado, no banalizarlas con frases como «ya se te pasará» o «no digas tonterías».
- Autonomía. No fuerces la reconciliación sin antes haber pasado por el punto anterior, ya que al no tener en cuenta sus emociones, tarde o temprano volverá a aparecer el roce entre ellos. Muéstrales el camino y deja que ellos gestionen esas diferencias. Arbitra, no dictes.
- No comparar. Las comparaciones son odiosas a menos que seas el ganador. Por eso, evita hacer sentir culpable a una de las partes por no comportarse como la otra o como otros niños de su edad. Todos nos comportamos de manera distinta ante una misma situación.
- Ser ejemplo. Los niños no solo absorben conocimiento de nosotros, madres y padres, sino que heredan también algunos de nuestros comportamientos, por lo que, si nos ven discutir con otras personas, tomarán esa actitud como algo natural y procederán a repetir el mismo patrón.
Como el Gato y el Perro es la nueva colección ideada por David Domínguez e ilustrada por Laura Estrada.
Según el libro de los récords perrunos, Dalí era el perro más feliz del mundo. Y lo era hasta que apareció ese terrible monstruo de ojos feroces... que no es otra que la preciosa Ágata, la gata más guapa de todos los libros.
Prepárate para vivir una serie de emocionantes aventuras con este dúo original. Perros, gatos y muchos otros animales te invitan a pasártelo en grande mientras lees sus historias una y otra vez.
Con texto grande y tipografía ligada, como la que usan cuando aprenden a leer y escribir, para que la experiencia de lectura sea lo más gratificante posible en esta nueva colección para primeros lectores.