Libros prohibidos a lo largo de la historia
Descubre varios de los libros que han sido prohibidos a lo largo de la historia.
A lo largo de la historia ha habido gran cantidad de libros que se han considerado "problemáticos". Autores y autoras hoy conocidos, e incluso considerados clásicos, alguna vez se enfrentaron a dificultades para publicar o vender sus obras debido a conflictos ideológicos o políticos. Aquí te contamos algunos de estas grandes obras de literatura prohibidas a lo largo de la historia:
1. «El origen las especies», de Darwin
Desde el principio, en 1859, El origen de las especies de Charles Darwin encontró rechazo. En ese momento fue su alma mater, el Trinity College en Cambridge, la que prohibió el libro. Y es que el concepto de "selección natural" era algo que chocaba con muchos valores de la época. Sin embargo, décadas después, en 1936, también se encontró con la prohibición y la censura en España. Durante la Guerra Civil hubo varias quemas de libros por todo el país, y este libro fue víctima de una de ellas en la editorial Bergua.
Se consiguieron salvar algunos ejemplares y gracias a ello en los años 50 se permitió la publicación de la obra bajo amplias revisiones, censurando las partes más contrarias a la ideología del franquismo.
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2. «Por quién doblan las campanas», de Ernest Hemingway
Algo que quizás no mucha gente sabe es que Hemingway era conocido entre los censores franquistas tiempo antes de que sus obras llegaran a las manos de los lectores españoles. Como Orwell, Hemingway había participado en el bando republicano de la Guerra Civil, y en Por quién doblan las campanas rinde homenaje a la Alianza de Intelectuales Antifascistas liderada por Rafael Alberti y María Teresa León. Es por esto que se prohibió su obra hasta 1968, y de la misma manera, cuando se hizo una versión cinematográfica en Hollywood se censuró el guion de esta.
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3. «La colmena», de Camilo José Cela
Irónicamente, Camilo José Cela trabajó como censor para el régimen franquista. Según el propio autor, él presentó a la censura una versión "ni dulcificada ni agriada" de la novela y la censura le respondió prohibiéndola por considerar que "atacaba al dogma y a la moral" y tenía "escaso valor literario". Esto ocurrió en 1946, y la novela no fue publicada en España hasta 1963, aunque se pudo publicar antes y sin censura en Argentina.
4. «Los versos satánicos», de Salman Rushdie
La cuarta novela de Salman Rushdie ha sido prohibida en múltiples países, considerada blasfemia por países musulmanes de todo el mundo. El primer país en prohibirla fue la India, país de origen del autor, seguida de Pakistán y Sudáfrica, entre otros. Llegó a haber protestas callejeras surgidas de la indignación que generó el libro; una novela surrealista y posmoderna en la que se entrelazan una serie de historias alusivas al islam y a la vida de Mahoma, su profeta. Incluso el título del libro hace referencia a Mahoma y dos versos que eliminó del Corán porque creía que estaban inspirados por el diablo.
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5. «Rebelión en la granja», de George Orwell
George Orwell escribió esta fábula con una clara intención antisoviética en una época en la que el Reino Unido estaba aliado con la URRSS, por lo tanto, no le fue posible publicarlo en Reino Unido y tuvo que irse a Estados Unidos para hacerlo. Tras su publicación siguió prohibido en toda la Unión Soviética, UAE y Vietnam.
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6. «Homenaje a Cataluña», de George Orwell
George Orwell no tuvo problemas únicamente con Rebelión en la granja, también con la publicación del su relato personal sobre la Guerra Civil Española. Su versión completa no llegó a España hasta 1978, 30 años después de su publicación original en inglés y llegando con el final de la dictadura en España.
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7. «El Principito», de Antoine de Saint-Exupéry
Este clásico francés, al mismo tiempo fábula mítica y obra filosófica, fue prohibido durante la dictadura militar de Videla en Argentina. Ernestina Martínez Gravino explica que se prohibió porque "es una obra que relata las aventuras de un niño en busca de amigos, lo cual iba en contra de los mecanismos específicos de control social utilizados por el gobierno militar". Resalta también el hecho de que, en la historia, cuando el Principito se refiere a la libertad lo hace usando un ejemplo en el que participa un dictador. "Es decir, que cualquiera podría haber asociado al dictador turco con los dictadores argentinos". Finalmente, en Argentina fue publicado por primera vez en español en 1951.
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8. «Alicia en el País de las Maravillas», de Lewis Carroll
El Principito no es el único libro infantil que se ha encontrado con prohibiciones, también le pasó a Alicia en el País de las Maravillas. El clásico fue prohibido en China debido a que los censores consideraban un insulto a la inteligencia el hecho de que los animales hablaran, ya que los ponía al mismo nivel que los humanos.
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9. «El Diario de Anne Frank», de Anne Frank
El Diario de Anne Frank ha tenido varias ediciones, la primera de ellas omitía ciertas páginas del diario en las que Anne hablaba de temas como la sexualidad y la menstruación, sin embargo, en 1995 se publicó una versión revisada que sí las incluía. Esto ha causado problemas para el libro en algunas zonas del mundo, como los estados de Michigan y Virginia de EE. UU., donde se ha prohibido este libro como lectura obligatoria en las escuelas por considerarse estos contenidos problemáticos para niños de 12-14 años.
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10. «Ulises», de James Joyce
Antes de su publicación al completo, la obra de James Joyce generó un rechazo que quizás hoy nos sorprenda. En 1920, dos años antes de su publicación como novela completa, se publicaron algunos pasajes en la revista estadounidense Little Review, pero esto acabó en un juicio por obscenidad que concluyó con una multa a los editores, la orden de suspender la publicación y la censura en Estados Unidos y Reino Unido. Sylvia Beach, la propietaria de Shakespeare and Co en París, se encargó de editar la novela y la publicó en 1922. Sin embargo, no llegó al público estadounidense hasta 1934, de mano de Random House.
11. «Oliver Twist», de Charles Dickens
Durante el dominio del partido Nazi en Alemania se prohibieron y censuraron obras como Oliver Twist o Ivanhoe por tener personajes judíos. Lo cierto es que hoy en día la historia es a la inversa: en algunos colegios de EE. UU. este libro de Dickens no se puede leer precisamente porque los personajes judíos están escritos desde una perspectiva antisemita. Fagin, es un ladrón y criminal, descrito con rasgos estereotípicos judíos. Es interesante también ver que en los primeros 38 capítulos se refiere a Fagin por su religión 257 veces, llamándolo "el judío", en comparación con las 42 veces en las que se le llama Fagin o "el viejo".
Hay una historia que dice que una lectora llamada Eliza David escribió a Dickens contándole como este personaje le parecía un tanto desacertado y esto llevó al autor a escribir el libro Nuestro común amigo. En este libro el protagonista es un personaje judío muy distinto al de Fagin, con una representación más positiva.
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Esta es una breve lista de libros que han sido prohibidos en algún momento de la historia, o que aún hoy en día son prohibidos. Y es que hay aún muchos países que recurren a la censura de libros como medida para controlar el conocimiento y la comunicación. Nos hace pensar en cómo la libertad de lectura también empieza en la libertad de expresión, ya que como se puede ver con algunos libros de esta lista, hay libros prohibidos que cuando por fin son publicados se hace con cambios y censuras.
Los libros han sido portadores de ideas, creencias, valores, y conocimiento, lo que ha servido para moldear culturas y civilizaciones enteras. Pero no todas esas ideas y valores que contenían los libros eran de agrado para todo el mundo. Multitud de textos han sido perseguidos, censurados y prohibidos con el pretexto de ser desafiantes del orden público establecido, cuestionar creencias y poderes o promover ideas que han sido y aún son consideradas en muchos países como inmorales. En definitiva, por ofrecer perspectivas diferentes a las políticamente correctas o morales, dichos libros y sus autores han sido privados de la tan reclamada libertad de pensamiento y expresión.
Aunque en países como España, la censura de libros se trata como un tema de antaño prohibitivo y que vulnera nuestros derechos, a día de hoy esta práctica sigue vigente y adopta formas diferentes en función del contexto político y cultural.
El origen de la censura de libros se viene practicando desde la Antigua Grecia y Roma, donde ya se controlaba el acceso a textos escritos. Esta herramienta de control ha servido para percatarse del dominio de las ideas, haciendo especial mención al Índice de libros prohibidos, un instrumento creado de forma oficial por la Inquisición donde se incluían obras contrarias a la doctrina católica y cuya lectura era prohibida para los fieles.
A día de hoy se sigue en aumento la cantidad de libros prohibidos, estando Estados Unidos en los primeros puestos de la lista de países que aún practican esta reprobación improcedente sobre todo en libros infantiles que consideran inmorales y han sido retirados de aulas escolares y bibliotecas para que no lleguen al alcance de los más jóvenes.
Pero este no es el único, sino que esta práctica se pronuncia cuanto más en países como China y Corea del Norte, que busca suprimir contenido que pueda desafiar la autoridad del régimen controlando de forma rigurosa la información a disposición de la población. Arabia Saudita también se encuentra encabezando la lista con el pretexto de proteger la cultura islámica. Los gobiernos de países como Cuba y Guinea Ecuatorial lo ejecutan para mantener el control de los medios, limitando de esta manera los contenidos que puedan juzgar a la jefatura y promover ideas contrarias a los sistemas impuestos.
Esta censura, o silenciamiento entre líneas, ha adoptado formas evidentes pero también sutiles con el objetivo común de limitar nuestro acceso a diferentes ideas. Desde la reescritura o modificación de obras clásicas para adaptarlas a los valores requeridos hasta la exclusión directa de libros en el sistema educativo con el pretexto de no influir a las futuras generaciones.
La autocensura por parte de muchos autores es una de las formas más sutiles de la exclusión de obras literarias. Evitar escribir sobre ciertos temas por temor a las represalias que puedan ocasionarles, como el rechazo social, las presiones sociales o los linchamientos en las redes sociales. Se trata de una limitación voluntaria que consiste en crear relatos complacientes que generen menos crítica. Pero sin duda, la forma más visible y tradicional de los libros prohibidos es ejercida por la censura gubernamental.
La desinformación, la manipulación de la verdad, la pérdida de la memoria histórica, el estancamiento cultural, la pérdida del pensamiento crítico, la marginación de grupos, la limitación de la libertad de pensamiento y expresión son algunas de las consecuencias de estos actos que recaen sobre toda la sociedad. En lugar de proteger, lo que hace esta práctica es privar a la ciudadanía de herramientas esenciales para su autonomía y crecimiento.
Que a día de hoy tengamos a nuestro alcance y disposición libros que han sido prohibidos en algún momento de la historia nos ofrece visión alternativas del mundo, desarrolla nuestro pensamiento crítico, además de revelarnos los mecanismos de poder y control. El acceso a estas obras en la actualidad empoderan al lector enriqueciendo su propia opinión, su independencia intelectual y su conversación social. El acceso a los libros prohibidos a lo largo de la historia no solo es un acto de rebeldía intelectual, sino también una forma de crecimiento personal y colectivo en un mundo libre donde nadie debería decirnos ni limitarnos qué podemos o no leer.
No temas abrir las páginas de lo que otros intentaron enterrar. Lee lo prohibido, abrazo lo incómodo y cuestiona lo establecido. Descubre esas historias que abren puertas que alguien algún día quiso cerrarte.
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