Qué es el SIBO y cómo combatirlo
Descubre qué es el SIBO y las claves para controlarlo, de la mano de Blanca García-Orea Haro, nutricionista especializada en nutrición digestiva y hormonal.
Hablamos sobre el SIBO con Blanca García-Orea, @Blancanutri, nutricionista y autora de Dime qué comes y te diré qué bacterias tienes. Blanca nos ayuda a entender qué es el SIBO, cuáles son sus síntomas y cómo tratarlo.
¿Qué es el SIBO?
El SIBO “Small Intestinal Bacterial Overgrowth”, por sus siglas en inglés, es un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado que causa un desequilibrio (disbiosis) de la microbiota.
En condiciones normales no debería haber muchas bacterias en el intestino delgado porque es un lugar de absorción de nutrientes, sin embargo, en el colon es donde vamos a encontrar una microbiota intestinal muy abundante y diversa.
¿Qué tiene que ver el SIBO con las intolerancias?
Este exceso de microrganismos va a generar una serie de metabolitos tóxicos que promueven la producción de citoquinas inflamatorias y van a dañar las microvellosidades de la mucosa (donde absorbemos los nutrientes) y a causar inflamación intestinal y malabsorción, por lo que se produce una deficiencia de vitaminas y minerales: Déficit de vitamina A, D, hierro y B12. A veces, incluso hay un aumento del folato por la capacidad de síntesis de las bacterias.
Por ello, el SIBO causa malabsorción de carbohidratos o intolerancias alimentarias a la lactosa, la fructosa y al sorbitol, así como sensibilidad al gluten.
¿Cuáles son los síntomas del SIBO?
Los síntomas digestivos más comunes son:
• Distensión abdominal que aumenta durante el día
• Gases con olor, o sin olor, incluso a veces no se pueden expulsar
• Digestiones pesadas
• Diarrea o estreñimiento
• Eructos
• Acidez y reflujo
• Dolor abdominal
Por otra parte, los síntomas extra digestivos son:
• Niebla mental
• Eccemas
• Alteraciones en la piel
• Dificultad para perder o ganar peso
• Encías inflamadas
• Halitosis
• Acné o erupciones cutáneas
• Fatiga
• Problemas de memoria
• Dolores de cabeza
• Dolor corporal (óseos o articulaciones)
• Pérdida de atención y concentración
• Debilidad en las uñas y caída del cabello
• Trastornos hormonales
¿Cómo podemos tratar el SIBO? ¿Existe algún tratamiento para el SIBO?
El antibiótico es uno de los tratamientos del SIBO, pero no el único.
De hecho, en consulta evitamos poner antibiótico porque al no ser una infección, no es necesario. Sin embargo, optamos por antibióticos naturales o herbáceos (aceite de orégano, tomillo, ajenjo, berberina, alicina, neem..., según cada caso se elige una combinación de varios) e ir arreglando a la par el desequilibrio de la microbiota que causa el SIBO. Además, es fundamental tratar la causa para que no se vuelva a repetir.
Lo malo del enfoque clásico del tratamiento antibiótico del SIBO es que no trata la causa y no erradica el problema, por lo que la recaída está casi asegurada. Según diversos estudios, hay hasta un 40% de recaídas de SIBO.
Además del tratamiento antibiótico o herbáceo, es importante llevar una dieta baja en carbohidratos fermentables (FODMAPS) durante la duración del tratamiento, porque ayudará a aliviar los síntomas de distensión abdominal y gases; con el SIBO se dañan las microvellosidades de la mucosa (donde absorbemos los nutrientes) y esto produce inflamación intestinal y una malabsorción de carbohidratos (especialmente la fructosa, lactosa y el sorbitol). El exceso de bacterias en el intestino delgado provocará una fermentación excesiva y producirá mucho gas y distensión abdominal.
Es importante destacar que el tratamiento solo con dieta no es válido, porque la dieta no tiene la capacidad de matar bacterias o arqueas.
¿Tiene cura el SIBO?
El SIBO no es una enfermedad, es consecuencia de un desequilibrio de las bacterias del intestino delgado, y es importante encontrar la causa para poder tratarlo y que no haya recaídas.
Las causas más frecuentes del SIBO son:
• Déficit de ácido gástrico (hipoclorhidria), bilis o enzimas digestivas
• Disminución de la motilidad intestinal
• Celiaquía no diagnosticada
• Toma de antibióticos
• Estrés mantenido en el tiempo
• Permeabilidad intestinal
• Intoxicación alimentaria
• Bypass gástrico, etc.
Estamos viendo un montón de recaídas en el SIBO. Muchas veces únicamente te prescriben un antibiótico, mejora, y como no cambia nada más, hay un contexto facilitador en el intestino para recaer de nuevo.
Si tomas muchas veces el antibiótico al final puedes hacerte resistente a él. Además, cada vez que lo tomas generas una situación peor de desequilibrio en la microbiota; intentando arreglar un problema, generas otros problemas.
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