'La casa del reloj en la pared' es el primer libro de una saga de 12 (12!!), que se centran en Lewis Barnavelt, un muchachito huérfano que debe quedarse a vivir con su tío en un pueblo diferente al que creció donde todos se conocen con todos y que las cosas no son tan tranquilas como se aparenta. Rápidamente descubre que en la antigua casa donde vive su tío Jonathan hay un tic tac constante que se vuelve mucho más intenso por las noches; lo que Lewis no se esperaba descubrir es que tanto su pariente lejano como la vecina, la señora Zimmermann (que, cabe aclarar, se la pasa en la casa de Jonathan) son magos y que hay, de hecho un reloj oculto dentro de la casa pero que nadie ha podido encontrarlo.Este middle grade, situado en un pueblo, New Zebedeee, en Estados Unidos (que en realidad es ficticio pero que está inspirado en Marshall, Michigan #factqueen), en la época post Segunda Guerra Mundial, lo cual no es algo usual en el género pero este libro pero, particularmente esta edición, es un lanzamiento del 2018 por el estreno de la película con el mismo nombre. No he visto la película para decir si es mejor o peor que el libro pero siempre defenderé al libro, by default. La ambientación del libro es uno de sus puntos fuertes, no solamente la casa con el reloj mágico, sino también el pueblo y lo pintoresco de algunos vecinos. Quizás siendo editado ahora, el nivel de fantasía que entrega no es lo suficiente para sorprender y dejarte con la boca abierta pero su año original de publicación fue 1973, así que me imagino por qué fue tal éxito entre los niños de la época. Además de lo que mencioné anteriormente, este libro toca problemáticas como el bullying, porque Lewis es un chico un poco gordito y no es bueno en ningún deporte, y de lo que Lewis está dispuesto a hacer para buscar aceptación (y lo que está dispuesto a hacer, que lo mete en más de un problema).Para ser un libro orientado para chicos, pre adolescentes, es muy descriptivo y con diálogos un poco cortados con más descripciones que puede ser algo desalentador, especialmente hacia la mitad del libro porque uno como lector en ese punto ya se ha planteado interrogantes y el ver (o leer) que nada se resuelve ni te tiran un dato que te ayude a entender un poco qué está pasando. De hecho, cerca de la mitad, los capítulos cambian y se centran mucho más en la vida escolar de Lewis, lo que no está mal, pero sucede algo, específicamente con un compañero que, aunque la acción que nuestro protagonista realiza si tiene consecuencias en la historia, del amigo no se vuelve a hablar. A pesar de esto, las dudas se resuelven al final, por lo que se puede leer este libro sin necesidad de leer los demás, es más si lees la sinopsis del segundo libro de la saga (Una figura en las sombras), lo único que se perdería es por qué Lewis se fue a vivir con su tío porque los personajes se mantienen pero son hechos fantásticos independientes que le suceden al joven Barnavelt desde que llega a New Zebedee.Pienso que este libro sería el inicio perfecto para cualquier niñx que le interese la fantasía y esté buscando algo con mayor complejidad (en este paso de los libros estrictamente para niños a un libro de mayor extensión); en mi caso, se quedó por el medio, a pesar de que la trama me pareció atractiva, tanta descripción y ese desvío en la mitad, con la abrupta desaparición de personajes le descuentan un par de puntos a mi entender.
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