EL YACIMIENTO. Un thriller apasionante mezclando historia, aventura y ciencia ficción. Luis Montero nos lleva de viaje por las montañas de un país que, a pesar de que en los últimos años lo hemos escuchado mucho en los noticiarios, es bastante desconocido para el gran público. No es muy aconsejable ir de turismo por esa zona del planeta debido a la inestabilidad político-social, pero no deja de ser un lugar excelente para historiadores, ya que siempre ha sido paso obligado en las rutas antiguas entre Oriente y Occidente. Evidentemente, lugar de cruce de culturas y lenguas. El gran Alejandro Magno, dejó su marca por esas tierras llevando su imperio desde Grecia hasta la mismísima India, derrotando al todo poderoso ejército persa, que dominaba ese vasto territorio, sembrando a su conquista, civilización griega: literatura, lengua, arte y sobre todo, adiestramiento militar. No solo dejó huella a su paso por aquellas tierras, sino que, tomó por esposa a una princesa Bactriana, Roxana, para fortalecer su presencia de forma inteligente. Además de favorecer la unión matrimonial de sus mejores soldados con mujeres Persas para asentar su imperio, respetaba a los dioses de los pueblos conquistados y les rezaba junto a los dioses griegos impuestos por su conquista. Quizás por eso fue aceptado y venerado por los pueblos conquistados; no los aniquilaba, sino que, los unía a su imperio. No en vano uno de los personajes de esta interesante aventura dice ser descendiente de Alejando, con lo que se enorgullece y vanagloria de que corra sangre alejandrina por sus venas. El gran conquistador Alejandro III de Macedonia, denominado Magno, también el Grande, hijo de Filipo II de Macedonia y Olimpia de Epiro y educado por Aristóteles, fue un verdadero mito viviente; casi un Dios. Así lo reconoce la historia. Consiguió llegar hasta los dominios de la India. Con 20 años fue proclamado Rey, al ser asesinado su padre. Murió con 32 años, aun hoy se duda que le produjo la muerte.Basándose en estos hechos históricos, Lui Montero nos sumergen en una novela donde un mecenas multimillonario llamado Kirkmann, logra reunir a un grupo de arqueólogos, científicos médicos, reporteros y miembros de seguridad y defensa, en un equipo llamado GIDHE, dotándoles de los más prodigiosos y modernos aparatos existentes en el mundo de tecnología científica, que se encargará de rescatar para la sociedad avanzada unos tesoros ocultos en un enclave en medio de las montañas de Afganistan llamado Tell Teba, que oculta un mágico lugar llamado La Ruina de Alejandro. Nada saldrá de la forma que estaba programada para la expedición, principalmente, por los acontecimientos político-sociales que dan al traste con el proyecto. Tampoco tendrán mucha suerte con el descubrimiento del yacimiento arqueológico, rico en relieves y escrituras en lenguas muertas y otras muchas, producto del mestizaje de las diferentes culturas que habitaron la zona. Las cosas se irán complicando de forma paulatina debido a acontecimientos que no son competencia del grupo, pero que incidirán en su desarrollo. Unos extraños poderes hacen temblar a los componentes de la expedición que hacen crecer la tensión entre sus miembros hasta límites insospechados. Una fuerza terrible y oculta durante siglos en un templo, está a punto de emerger y cambiar el rumbo de la humanidad.Llama la atención la forma en como articula Montero la historia. Cada uno de los principales personajes que intervienen, cuenta su experiencia y paso por ella en primera persona. De forma magistral y lenguaje comprensible, incluso para neófitos en arqueología y ciencia, el lector no encuentra dificultad para comprender la historia y asimilar la cantidad de datos y nombres historicos tan antiguos relatados. Poco a poco y de forma secuencial, va desgranando uno a uno los acontecimientos que llevaran hacia su desenlace final.Libro de fácil lectura. Lo leí en cuatro ratos en la playa bajo una sombrilla disfrutando del rumor de las olas y la brisa marina de Badalona.
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