Sin mirar atrás es otra de las novelas que os recomendé este verano como lectura veraniega, como Una chica con pistola, de la que os traje la reseña la semana pasada. Tras conocer Edición Anticipada, vi que ofrecían este libro en formato digital y, ni corta ni perezosa, me lancé a por él porque tenía mucha curiosidad por leerlo.Esta novela de Mercedes Guerrero nos presenta a Laura y Sofía, su madrastra, que han llegado a Salzburgo huyendo del padre de Laura bajo unas identidades falsas. Por otro lado, nos presenta la historia de William Sandoval, un joven traficante de tabaco que aspira a ser un hombre importante. Y además, la autora nos introduce en el misterio de la muerte de Lukas Tillman, un hombre de buena familia que ha aparecido congelado en una cueva en una pista de esquí. Estas tres historias, aparentemente independientes, nos atrapan como lector para tratar de averiguar qué pasa con cada una de ellas y qué tienen en común.En cuanto a mí, tengo veintiún años y he pasado la mayor parte de mi vida en un internado. Después me instalé en la casa de mi padre cuando este se casó con Sofía. Gracias al cariño de mi Abuelo y el empeño que puso en enseñarme el secreto de las flores mientras cuidaba del jardín de la casa, conseguí nada más llegar a Salzburgo un trabajo a media jornada en una floristería. Allí me encargo de hacer ramos, centros de mesa y todo lo relacionado con las flores.Sin mira atrás alterna capítulos narrados con un narrador omnisciente que nos adentran en la historia de William y Lukas con capítulos en primera persona narrados por Laura.Laura es una joven sedienta de amor que ha vivido la mayor parte de su vida sola. Por eso, cuando su padre se casa de nuevo con Sofía y esta le da muestras de afecto, se crea una unión entre ambas muy fuertes y llega a considerarla como su verdadera madre. Durante su estancia es Salzburgo, Laura conoce a Alexander, un gran empresario para el que lleva un encargo de flores a su casa. A pesar del encontronazo inicial, surge una chispa entre ellos que hará que Laura se adentre en un territorio desconocido para ella. Por otro lado, Sofía sufre un pequeño accidente, del que la salva Tom, un hombre de mediana edad que muy pronto se convertirá también en alguien especial para Sofía. Pero si imagináis que esta novela trae consigo unas simples historias de amor, estáis muy equivocados. Toda la buena racha de estos dos personajes pronto se tambaleará con una acusación de robo y fraude contra Sofía. Y no olvidéis que a esto hay que añadirle toda la trama policial de la muerte de Lukas y todos los trapicheos de William para conseguir ser alguien.Cuando supe del pago con tarjeta en un restaurante italiano en Altenmarket im Pongau, llamé al forense que hizo la autopsia y me confirmó que los alimentos que aún estaban casi sin digerir en su estómago eran de ese estilo. Tuvo que ser ese día. Almorzó en esa estación de esquí y después subió a la montaña. Pero el dato más relevante, en mi opinión, es que la cocaína se halló en el estómago mezclada con la comida. ¿no le resulta extraño? Normalmente se esnifa, no se ingiere...Del estilo narrativo de Sin mirar atrás, me gustaría destacar algunos detalles que creo que han marcado la diferencia. Por ejemplo, cada personaje tiene una voz propia y, en algunos casos, es tan evidente que casi no hace falta que la autora explique quién habla, ya que el lector lo dilucida por la forma de hablar. Un ejemplo especialmente claro es el de Walter Brauer, un personaje secundario que utiliza frecuentemente la muletilla "¿me entiende?" cuando habla.Además, Mercedes Guerrero te recuerda quiénes son los personajes (aunque ya los haya presentado) cuando hay muchos hablando al mismo tiempo, lo que ayuda a no perderse ya que esta es una novela con unos cuantos personajes.Sin embargo, las relaciones amorosas que aparecen en la historia a veces han parecido poco creíbles. El enamoramiento de Laura y Alexander me ha resultado algo típico: chica sin recursos conoce a hombre rico que la colma de regalos cuando empieza a trabajar para él y, por supuesto, se enamoran. *SPOILER* Y, por otro lado, que Tom le pida tan pronto matrimonio a Sofía, cuando apenas se conocen, me ha resultado algo precipitado. *FIN DEL SPOILER*Después se limpió con la camiseta la sangre de la boca y regresó remando con sigilo hacia la orilla, colocando la barca en el mismo lugar de donde la había tomado prestada. Al día siguiente se dirigió a la Estación de San Roque para tomar el expreso Algeciras-Madrid. En la capital alquiló un piso en Cuatro Caminos y pagó seis meses por adelantado, se compró ropa elegante en El Corte Inglés y dedicó muchas horas a leer en voz alta para eliminar el característico ceceo del castellano con acento andaluz de los ciudadanos de Gibraltar, vocalizando y terminando las eses hasta conseguir una buena pronunciación.Aunque hacia la mitad de la novela ya empiezas a dilucidar cuál es la relación entre todas las historias, no puedes dejar de avanzar para encajar las piezas. Según vas leyendo, vas anticipándote a los que se te va a ir desvelando, pero cuando llegas a la confirmación, te sientes satisfecho por haber acertado. Y además, cuando parece que todo está resuelto ¡zas!, la autora da un giro final estupendo.En resumen, Sin mirar atrás es una novela en la que encontraréis tres tramas principales que, aunque parezcan independientes, están totalmente ligadas entre sí. Todo está perfectamente pensado y todo va encajando. Incluso una pequeña frase que parece no tener importancia, luego se convierte en la anticipación de un giro inesperado. Se trata de una interesante novela de intriga que se lee muy rápido y que atrapa hasta la última página.Eso sí, respecto a Edición Anticipada, como os comenté en el último EMB, al menos hasta que permitan descargar los libros en formato digital, esperaré a que ofrezcan alguno en formato físico porque leer una novela en el ordenador es bastante cansado e incómodo.
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