«Todos los años entierro a unos doscientos vecinos». Así comienza el singular testimonio del poeta Thomas Lynch. Como todos los poetas, Lynch se inspira en la muerte, pero a diferencia de los demás, él además vive de ella: ha trabajado durante años como director de una funeraria en una pequeña población de Michigan, donde se encarga de los entierros, cremaciones y actos fúnebres de su...
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«Todos los años entierro a unos doscientos vecinos». Así comienza el singular testimonio del poeta Thomas Lynch. Como todos los poetas, Lynch se inspira en la muerte, pero a diferencia de los demás, él además vive de ella: ha trabajado durante años como director de una funeraria en una pequeña población de Michigan, donde se encarga de los entierros, cremaciones y actos fúnebres de su comunidad.
Narrado con la ternura de quien se ha ocupado a diario del dolor ajeno, en esta singular colección de ensayos las dos vocaciones de Lynch se encuentran y él se revela a la vez como competente funcionario del duelo y como escritor que, de manera conmovedora, sintoniza el lenguaje con las fibras de la liberación interior.
La crítica ha dicho:
«Poderosa, auténtica y llena de una especie de claridad ética y estética.»
Richard Bernstein, The New York Times
«Thomas Lynch demuestra ser un maestro de la forma ensayística.»
Susan Jacoby, The New York Times Book Review
«Unos ensayos rotundamente humanos y atentos a los trágicos, cómicos y en ocasiones sorprendentes caprichos de la vida humana [...]. Una mirada amplia acerca de qué significa ser humano.»
Detroit Free Press
«Una reflexión sorprendente y elocuente sobre la muerte y la pérdida [...]. Si piensas que este libro no es ni sobre ti ni para ti, piénsatelo dos veces.»
Spin
«Nos trae a la vida lecciones sobre la muerte y convierte la vida y la muerte en arte.»
Time Out
«Un libro inaudito y tierno. Lynch escribe de un modo maravilloso [...]. Cada uno de los capítulos nos atrapa, nos instruye y nos ilumina acerca de cómo vivimos, morimos y, sobre todo, amamos.»
Elle
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