«Escrito en el cuerpo hay un código secreto, solo visible bajo ciertas luces; los posos de toda una vida se acumulan en él... Yo no sabía que las manos de Louise podían leer. Ella me ha traducido, convirtiéndome en su propio libro.»
No sabemos si quien habla es la voz de un hombre o una mujer; solo queda claro que es la voz de alguien que ha conocido de cerca el placer, el deseo, esa deliciosa tormenta que nos trae el amor, y ahora cuenta los pasos de su pérdida.
Louise apareció un buen día como de la nada, y en seguida el tono lunar de su piel, el pelo igual que las ramas de un árbol y su manera de morder la fruta la convirtieron en ese ser único con quien queremos vivir y morir. Pero Louise llevaba un anillo en el dedo, y por su casa andaba Elgin, el hombre que era su marido desde hacía diez años, un tiempo marcado por la rutina.
Lejos de las costumbres aprendidas, llegaron las tardes y las noches en que los cuerpos de los dos amantes se iban descubriendo y escribiendo una historia que piel y mente comprendían muy bien. Luego un chantaje los alejó, y ahora ¿quién sabe? Porque el corazón nunca se da del todo; solo se presta de vez en cuando.
«Curioso que el matrimonio, una exposición pública con entrada gratis, dé lugar a la más secretas de las relaciones: el adulterio.»
La crítica ha dicho sobre la novela...
«El libro ya de por sí es fascinante, pero es que la propia Winterson es una fuerza constante».
Thomas Page McBee, The New York Times
«El estilo fragmentario de la novela es el equivalente literario del puntillismo: examinados de cerca, algunos de los puntos parecen aleatorios, incluso fuera de lugar o feos, pero si se mira más de cerca, el efecto es tan misterioso como estar enamorado».
June Thomas, The New York Times
«En Escrito en el cuerpo [...] las frases sentenciosas y cinceladas en torno al erotismo se transforman en pensamiento de la fiebre y un lema "Escrito en el cuerpo hay un código secreto". Solo los dedos adecuados podrán desvelarlo.»
Marta Sanz, Babelia
Y sobre la autora...
«Winterson [...] a través de la heterodoxia de sus textos, dinamita categorías, vocabularios y convenciones tristes. Una escritora maravillosa.»
Marta Sanz, Babelia
«Jeanette Winterson es una fuerza desatada de la naturaleza. Ella sola es el cambio climático entero.»
Carmen Morán Breña, El País
«Mientras la mayoría de autores y autoras se limitan a regurgitar la imaginación de sus antecesores, [...] esta inglesa rebelde se pone la literatura por montera y la reinventa.»
M. Ángeles Cabré, Babelia
«Una autora de extraordinaria sensibilidad cuya obra es devota de Virginia Woolf.»
Jacinto Antón, El País
«Una escritora outsider de referencia en Inglaterra.»
Esther L. Calderón, Divinity
«Lo que es seguro es que Jeanette Winterson siempre podrá seguir evolucionando; evocar nuevos paisajes, nuevos cuerpos, nuevas personalidades, es parte de su naturaleza.»
Harper's Bazaar