En Mi año de descanso y relajación, Ottessa Moshfegh hace de Manhattan el epicentro de una civilización, la del año 2000, dominada por la apatía. Como una oscura bella durmiente, la narradora de esta novela decide encerrarse durante un año en su piso de una de las zonas más exclusivas de Nueva York, asistida por una herencia ingente y por una gran cantidad de fármacos, para dedicarse a dormir y ver películas de Whoopi Goldberg y Harrison Ford. El inicio de un siglo supuestamente trepidante encuentra a nuestra protagonista durmiendo en el sofá con la tele encendida. Con mucho cinismo, series, películas comerciales y narcóticos, y a costa de cortar todo vínculo humano, cualquiera puede sobrellevar esta vida. Ahora bien, ¿lo que queremos es sobrellevarla?
«Avancé preguntándome si el libro podía ser mejor. Siempre lo era: más feroz, más inmenso. [...] Me quedé muda.»
Leila Guerrero, El País
«Con un estilo entre la calma y la tormenta, Otessa Moshfegh escribe una novela sobre la fragilidad de la condición humana, la mediocridad, el autoodio, el amor y el desamor, las heridas internas y la necesidad de renovarse».
Marta Gambin, El Nacional
«Indispensable».
Paolo Giordano, Babelia
«Una novela original y extraña. [...] Sus frases son penetrantes y viperinas.[...] Escribe con tal serenidad misantrópica que leerla siempre resulta un placer.»
The New York Times
«Cuando nos recomiendan un libro normalmente preguntamos: "¿De qué trata?". Pero con este libro preguntamos: "¿De qué no trata?". Esta novela trata sobre el odio a una misma, el feminismo, la sexualidad, la salud mental, la familia, la industria farmacéutica... y ADEMÁS es la h*stia de divertida.»
Lena Dunham
«Ingeniosa, oscura, cómica [...]. La novela se acelera hasta llegar a la que es probablemente la mejor última página que he leído nunca [...]: un retrato perfecto de alguien que desea con desesperación echarse a dormir para, así, finalmente, sentirse despierta.»
Vice
«Electrizante [...]. Moshfegh es una experta en la construcción de personajes femeninos cautivadores que transgreden las normas de la feminidad.»
Vanity Fair
«Llena de bravuconería y, aun así, siempre afilada e irónica [...] en esta novela todo esto es intencionadamente cómico (vaya que si lo es), pero no exactamente alegre, aunque por supuesto nos riamos.»
The Guardian
«Como si de un Flaubert tardío se tratara, se recrea en la vanidad y la mediocridad y en las cimas absurdistas que ambas pueden alcanzar cuando la ocasión requiere de unas palabras sinceras.»
Harper´s Magazine
«De esta novela oscura y desternillante no vas a salir necesariamente descansado ni relajado, pero sí con una mayor sintonía con lo delicada y frágil que puede ser la condición humana.»
Marie Claire