A 50 años del estreno de «El Padrino» en España: tres personajes reales que inspiraron a Mario Puzo

Recorremos algunos hechos y personajes reales en los que se basaron el autor del libro y guionista de la película, Mario Puzo, y su coguionista y director, Francis Ford Coppola, para dar forma a la historia de la familia Corleone.

20 octubre,2022

Marlon Brando como Vito Corleone en la adaptación al cine de El Padrino. Crédito: Getty Images.

Durante 67 semanas estuvo en la lista de libros más vendidos de The New York Times: casi un año y medio desde su publicación en marzo de 1969. Y prácticamente sin pausa, aunque con un largo y tumultuoso rodaje de por medio, dos años después, en marzo de 1972, El padrino se convirtió en una de las 30 películas más taquilleras de la historia hasta hoy, inventando el concepto de blockbuster incluso antes de que La guerra de las galaxias y Tiburón hubiesen llegado al escritorio de un productor.

A cincuenta años del estreno de El padrino en España, recorremos algunos hechos y personajes reales en los que se basaron el autor del libro y guionista de la película, Mario Puzo, y su coguionista y director, Francis Ford Coppola, para dar forma a la historia de la familia Corleone y trazar con ella el arco histórico de unos Estados Unidos en ebullición: de las ambiciones y las esperanzas de comienzos de siglo xx a la corrupción y la violencia de los años 70.

1. Vito Corleone es el alter ego del capo calabrés Frank Costello

Interpretado por Marlon Brando en el cine, el personaje de Vito Corleone tal como lo diseñó Mario Puzo es una combinación de varios mafiosos de la vida real. Al igual que el capo siciliano Joe Profaci, jefe de la familia criminal Colombo durante tres décadas, Vito tiene un negocio de aceite de oliva que sirve de fachada para sus actividades ilegales (los «inofensivos» negocios del juego, las mujeres y el contrabando) y mantiene un círculo pequeño e íntimo. Y al igual que otro siciliano, Carlo Gambino, Vito es una figura de autoridad, modesto y discreta, dispuesto a hacer lo que sea necesario para encontrar una solución pacífica a los conflictos. 

Del mismo modo que Gambino, Vito evita las estridencias públicas que pusieron a mafiosos como Al Capone en los titulares de los diarios (y en la cárcel), pero no duda en usar sus habilidades diplomáticas y sus contactos con empresarios y políticos influyentes para mantener su poder, aunque evita involucrarse en el negocio de los narcóticos, un rechazo que en la ficción desata una guerra abierta con los hermanos Tattaglia y su proxy narco, Virgil Sollozzo, inspirados en la familia Lucchese, la más pequeña de las Cinco Familias criminales, y su socio, Vincent Papa, que era parte de la red de distribución de heroína French Connection. 

Pero a quien más se parece el jefe de la familia Corleone es al capo nacido en Calabria, Frank Costello, de la familia Luciano-Genovese: estratégico, razonable, conocido como «El Primer Ministro» de la mafia por sus reflexiones y sus consejos. Mario Puzo hace coincidir el año de nacimiento de Vito con el de Costello, 1891, y el propio Brando se preparó para el que quizá haya sido su personaje más memorable escuchando las cintas de cuando Costello testificó ante la Comisión Kefauver del Congreso sobre el Crimen Organizado.

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El Padrino

Con El Padrino, Mario Puzo consiguió crear un género.

Novela sobre la Mafia, protagonizada por Vito Corleone, que revolucionó el mundo literario con su publicación en 1969.

2. El arte imita a la vida, y Michael Corleone a Lucky Luciano

El 15 de abril de 1931, el famoso gángster siciliano Lucky Luciano, empeñado en usurpar el poder de su mentor y jefe Giusseppe «Joe» Masseria, lo invita a comer en el restaurante restaurante Nuova Villa Tammaro, en Coney Island. Comen, juegan a las cartas, y en determinado momento, cuando Luciano va al baño, Masseria es abatido con veinte disparos por un grupo de hombres a los que conocía bien: el gángster judío Bugsy Siegel (después gran inventor y regente de Las Vegas que en El padrino aparece bajo las ropas de Moe Greene), el siciliano Albert Anastasia (uno de los grandes mafiosos que invirtieron en la Cuba prerrevolucionaria), el napolitano Vito Genovese y Joe Adonis. 

Aquel asesinato puso fin a la sangrienta guerra de los Castellammarese, que enfrentó a las facciones de la mafia ítaloamericana en Nueva York entre febrero de 1930 y abril de 1931: el jefe de la facción triunfante dividió a las familias criminales de la ciudad en las Cinco Familias y se declaró a sí mismo capo di tutti i capi, pero fue asesinado pocos meses después nada menos que por Lucky Luciano. Fue Luciano quien llegó a un acuerdo para compartir el poder a través de la llamada Comisión, donde todas las familias mafiosas tenían el mismo peso, con la finalidad de evitar nuevas guerras en el futuro.

En marzo de 1972, El padrino se convirtió en una de las 30 películas más taquilleras de la historia hasta hoy, inventando el concepto de blockbuster incluso antes de que La guerra de las galaxias y Tiburón hubiesen llegado al escritorio de un productor.

La escena en la pantalla es prácticamente una réplica, aunque en el sentido inverso: para vengar el asesinato (fallido) de su padre Vito, Michael Corleone se cita en el restaurante italoamericano Louis's del Bronx con quienes ejecutaron el ataque. El pretexto es poner fin a la guerra entre familias criminales, pero el resultado será opuesto: comen, hablan, y en un momento Michael pide permiso para ir al baño; recoge allí un revólver que «el gordo» Clemenza, uno de los viejos escuderos de su padre, escondió para tal propósito y al regreso le vuela los sesos al «Turco» Sollozzo y al capitán de policía Mark McCluskey. Michael Corleone debe huir entonces a Italia (al igual que Vito Genovese, que en 1934 escapó a su país de origen para no enfrentar de los cargos de asesinato en una cafetería de Brooklyn, y que el propio Lucky Luciano, que en 1946 fue deportado a aquel país): es solo el comienzo de una guerra abierta entre las familias mafiosas de New York.

3. La cabeza de caballo es real (y Frank Sinatra tiene la culpa)

Mario Puzo siempre dijo que el personaje de Johnny Fontane no estaba basado en Frank Sinatra. Pero a la luz de las coincidencias entre la vida del músico de Hoboken y la de su alter ego en la pantalla, probablemente nadie creyó nunca esa afirmación.

Johnny Fontaine es un muchacho de barrio, ahijado de Vito Corleone, al que el capo ayudó una vez a librarse de un contrato con una orquesta. A él recurre, otra vez, un Fontaine lloroso durante la boda de Connie Corleone, la escena con la que comienzan el libro y la película: hay un papel perfecto para él en un film bélico, pero el director se niega a dárselo: Johnny ha arruinado (seducido) a una de las jóvenes estrellas (y amantes) de aquel hombre. Fontaine finalmente se queda con el papel: Vito le hace llegar al director en persona, a través de su consigliere Tom Hagen, una oferta que no podrá rechazar.

Sinatra también mantuvo con la actriz Ava Gardner un romance destructivo y ruinoso del que salió gracias a su papel como el soldado Angelo Maggio en la película De aquí a la eternidad: en 1953 ganó el Oscar a mejor actor de reparto por esa interpretación y el resto es historia.

Frank Sinatra era un muchacho de Hoboken que también recibió ayuda non sancta para librarse de su contrato con la orquesta de Tommy Dorsey cuando comenzó a quedarle chica a su enorme popularidad como cantante. Se dice que Dorsey recibió entonces la oferta que no podía rechazar: un revólver en la boca sostenido por Guarino «Willie» Moretti, primo del capo Frank Costello. Las coincidencias no terminan allí. Sinatra también mantuvo con la actriz Ava Gardner un romance destructivo y ruinoso del que salió gracias a su papel como el soldado Angelo Maggio en la película De aquí a la eternidad: en 1953 ganó el Oscar a mejor actor de reparto por esa interpretación y el resto es historia. 

No hay constancia ni rumores de que el productor de De aquí a la eternidad haya despertado a los gritos una mañana con la cabeza sangrante de su purasangre favorito bajo las sábanas. Pero la realidad logró colarse de todos modos en El padrino: el diseñador de producción de la película, Dean Tavoularis, consiguió que un matadero le vendiera una cabeza de caballo muerto en hielo seco el día que rodaban aquella escena; debieron hacerlo tan rápido que no tuvieron tiempo de avisar a John Marley, el actor que interpretaba al director de la película, Jack Waltz. Su grito fue tan real como la cabeza de ese caballo.

Mario Puzo. Francis Ford Coppola. El padrino. No más preguntas, señor juez.

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