«La historia de los vertebrados», de Mar García Puig: recuperar el lenguaje robado
Todo mapa es una representación del mundo que refleja la visión de quien lo dibuja, y el Mapa de las Lenguas no tiene fronteras ni capitales: trece libros, un año y un territorio común para la literatura de veintiún países que comparten un idioma con tantas voces y lenguas como hablantes. Invitados por LENGUA, los autores de la edición de 2024 exponen su geografía literaria y explican cómo ésta encaja en esta colección panhispánica global que presenta la mejor literatura en español. Aquí, Mar García Puig escribe sobre «La historia de los vertebrados».
Por Mar García Puig

Mar García Puig. Crédito: Rita Puig-Serra Costa.
Cuando sufrí la primera crisis de ansiedad, mi lenguaje se retiró. Sé bien que este vocablo, «retirada», es incapaz siquiera de acercarse a semejante apocalipsis lingüístico. No hay forma de expresar hasta qué punto faltan las palabras cuando son ellas precisamente las que faltan.
John Clare, el poeta inglés del siglo XVIII que tanto cantó a la naturaleza y que denunció ya entonces su corrupción por parte del hombre, se acercó un poco a expresar lo inexpresable. Cuando lo ingresaron en el manicomio de High Beech, al sur de Inglaterra, preso de terribles delirios, denunció que le habían robado el lenguaje: «Me abrieron la cabeza, seleccionaron todas las letras del alfabeto que ahí tenía, las vocales y las consonantes, y me las extrajeron por las orejas; ¡y así pretenden que escriba poesía! No me es posible».
La historia de los vertebrados es mi intento personal de recuperar ese lenguaje robado, de dar con esas letras que la ansiedad me hurtó cuando, en una sala de hospital, después de dar a luz a mellizos, caí en una profunda locura posparto que me hizo creer que sufría todas las enfermedades de las que la carne es heredera y que mi muerte era inminente.
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Pero esta investigación, que me obligó a viajar a los reinos de la hipocondría, la melancolía y la manía, no podía hacerla sola. Tuve que reunir un escuadrón de locas de otros tiempos. Algunas de ellas fueron mujeres anónimas que anduvieron por manicomios de infame legado y cuyas vidas y palabras quedaron registradas en historiales clínicos en los que me sumergí y en los que descubrí voces de vigencia pasmosa. Otras fueron poetas y escritoras que trataron de dejar constancia de su propia locura mediante la literatura, desafiando el oprobio al que la conjunción de feminidad y locura condenan.
Sus vidas y las mías desfilan en unas páginas que son un humilde intento de darle la vuelta a esa verdad conocida pero poco verbalizada: la historia de la locura no la hemos escrito ni las hipocondriacas ni los melancólicos, ni las histéricas ni los maniacos, sino los loqueros, y casi siempre sus nombres han sido masculinos.
Esta es una historia de la locura, de la mía propia y de la de otras mujeres cuyas voces me crucé en mis caminos literarios y escarbé en archivos de psiquiátricos olvidados. Es una historia que quiere ser individual y colectiva; exhaustiva y selectiva; poética y científica. Y eso solo podía abordarse con una algarabía de géneros literarios. Por eso, La historia de los vertebrados es ensayo y novela, es prosa y verso, es letra e imagen, y esquiva la etiqueta igual que lo hace la misma locura.
Virginia Woolf le llamaba a su malestar enajenado unos días «la ola dolorosa», otros «el roer de ratas en la nuca» y otros «la mente cerrándose sobre sí misma, como una crisálida». Este libro es una invitación a ampliar ese inventario de formas de conjugar el dolor, de encontrar las letras usurpadas por la locura y sus loqueros, y a hacerlo sabiendo que nunca hemos estado solas.
Mapa de las Lenguas es una colección panhispánica global que presenta la mejor literatura de veintiún países que comparten el idioma. Pero es, sobre todo, un itinerario de viaje por trece de los libros que el año pasado tuvieron mayor trascendencia en su país de origen y que, a lo largo de 2024, recorrerán el resto del ámbito del español.
Adentrarse en la obra de estas trece voces es transitar un territorio físico, tangible, pero también un espacio moral, intelectual, anímico, político y sociocultural. La lectura de un autor contemporáneo de cualquier país de habla hispana es una ventana a una forma de expresarse y escribir en español, pero también un modo de tomarle la temperatura a las preocupaciones y los anhelos de cada uno de esos lugares.