Cuando descubrí la sinopsis de este libro, y como buena amante del género, supe de inmediato que tenía que leerlo e intuí que me iba a gustar mucho, y así ha sido. Además de ser una historia cargada de sentimientos, vivencias y experiencias, lo que más me ha emocionado es que está basada en hechos reales, en concreto en la vida de la madre de la autora, y solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta porque lo que en estas páginas se narra no es nada fácil, al contrario, las dificultades, el horror, el miedo y la angustia están muy presentes, aunque también la esperanza, la fuerza, las ganas de salir adelante y el amor, ese que es capaz de superar cualquier obstáculo.Vera y Edith son dos jóvenes que, como otras muchas, se han visto obligadas a abandonar sus vidas y huir de su ciudad natal. Estas dos amigas, a quien les une una relación de hermandad pues han crecido juntas debido a que vivían en el mismo rellano y desde que tienen uso de razón han estado la una con la otra, no conciben estar separadas y por nada del mundo quieren estarlo. Se entienden a la perfección, son cómplices y guardianas de los secretos de la otra y además les une algo muy especial, tres días de diferencia en su fecha de cumpleaños.Por ello, cuando estalla la guerra y tienen que marcharse de sus hogares rumbo a otro sitio mucho peor, no dudan en hacerle caso a la madre de Vera y saltar de un tren cuyo destino está escrito: Auschwitz. Solas y sin nadie que las proteja, son conscientes de que tienen que ponerse a salvo ya que si las encuentran todo terminará para ellas. De esta manera y durante un año y medio, se esconden en el granero de una casa ubicada en un pueblo austriaco, donde tras llegar a un acuerdo con la familia que reside en ella, deciden alojarse allí y esperar a que pase la guerra.Y así sucede, pero cuando ésta llega al final Vera y Edith saben que ha llegado el momento de tomar otro rumbo. Sin noticias de sus familias y con el peso de la culpa por haberlos abandonado a su suerte, ponen rumbo a Nápoles, donde esperan y desean comenzar una nueva vida. La vida en esta ciudad es diferente a lo que han visto hasta ahora, también la situación ha cambiado y eso se nota en cada una de las personas que llenan las calles, ya que lo hacen de forma tranquila y disfrutando de cada rayo de sol. Mientras se alojan en una pequeña pensión, Vera consigue una entrevista en la embajada estadounidense como secretaria, y su sorpresa llega cuando, tras demostrar su valía, el capitán Wight le ofrece el puesto.Anton es un hombre serio que se siente responsable de lo ocurrido en Nápoles y por ello quiere reconstruir la ciudad. Procedente de una familia de la alta sociedad neoyorquina, este joven ha decidido ignorar la propuesta de su padre de trabajar en el negocio familiar y seguir lo que su corazón le dicta. Conocer a Vera supone un soplo de aire fresco para él y con el paso de los días los sentimientos empiezan a aflorar entre ellos, dando paso a una historia de amor que culmina con el compromiso de casarse y estar juntos, a pesar de las diferencias sociales y de lo distintos que son. Pero algo en él hace que se eche para atrás en el último momento, dejando a Vera destrozada y con el corazón roto, ese que había entregado por primera vez y que había abierto de par en par creyendo que iba a ser para siempre.Así, ambas tienen que comenzar de nuevo. Porque si Vera ha sufrido su primer desengaño amoroso, Edith no ha superado que su novio se marchase a la guerra y no volviese jamás, por ello su amiga siempre está pendiente de ella y la sobreprotección que le brinda es brutal. Vera teme que Edith vuelva a sufrir y su carácter enamoradizo hace que cada vez que le habla de un hombre, todas sus alertas se disparen. Conocer a gente en esa ciudad que las ha acogido tan bien y entablar una buena relación con ellos, va a ser el motivo de que ambas puedan marcharse a otro lugar buscando la felicidad y el amor, ese al que Vera no piensa renunciar tan fácilmente aunque las cosas se compliquen en más de una ocasión.Budapest, Nápoles, Nueva York, Caracas y Australia son algunos de los lugares que van a recorrer estas dos amigas y que les van a marcar de una manera u otra. En cada uno de ellos van a vivir cosas diferentes, conocer a personas que van a formar parte de sus vidas y a enseñarles más de lo que imaginan, y a experimentar cosas nuevas que les van a ayudar a crecer y a madurar, a aprender de la vida y hacerse más fuertes. Poco a poco van a integrarse, a luchar por su sueños, a trabajar duro para ello y a ir sobreviviendo, pero siempre juntas y anteponiendo su amistad a todo lo demás. El amor también va a estar muy presente en sus vidas, y algunas noticias van a llegar en el momento menos esperado, pero les van a permitir perdonarse y liberarse del peso de la culpa y los fantasmas que las han acompañado desde que tuvieran que abandonar su querido Budapest.Como veis, a pesar del horror que nuestras protagonistas tienen que vivir y de lo que tienen que pelear para salir adelante, su historia está llena de esperanza, de segundas oportunidades, de nuevos comienzos y de ilusión, esa que nunca hay que perder. De ellas me llevo un gran aprendizaje y es el coraje que han demostrado a cada momento, la fortaleza que les caracteriza y las ganas de vivir. No lo han tenido fácil, desde muy jóvenes han visto cómo su mundo cambiaba de la noche a la mañana, se han quedado solas y han tenido que buscarse la vida y es inimaginable todo lo que esto ha tenido que suponer para ellas.Algo que me ha gustado mucho es la amistad que mantienen, cómo se protegen, se cuidan y quieren lo mejor para la otra, aunque ellas mismas no lo tengan. La familia también juega un papel muy importante y eso es algo que siempre me llega al corazón.Si os gusta este género no lo dudéis, tenéis que leerlo sí o sí. Os aseguro que os va a dejar con un sabor de boca espectacular y con ganas de no separaros nunca de estas jóvenes, que transmiten una luz que consigue traspasar el horror más atroz: el de la guerra.
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