
Así es como funciona el cerebro de los niños
¿Sabías que el cerebro es un órgano social que aprende con otros y de otros? Y, además, hoy día se habla mucho de epigenética y plasticidad neuronal porque el cerebro sigue aprendiendo, cambiando y modificándose con la edad.

DIANA JIMÉNEZ
Psicóloga especializada en infancia, adolescencia y disciplina positiva.
El cerebro humano es un órgano asombroso y complejo que despierta la curiosidad de científicos, educadores y padres. Los avances en neurociencia han permitido descubrir hallazgos sorprendentes en cuanto a su funcionamiento.
¿Sabías que el cerebro es un órgano social que aprende con otros y de otros? Y además hoy día se habla mucho de epigenética y plasticidad neuronal porque el cerebro sigue aprendiendo, cambiando y modificándose con la edad.
Cuando se trata de desarrollo infantil y la comprensión de la mente humana, uno de los conceptos clave es el entendimiento y la gestión de emociones para nuestros hijos.
En este artículo exploraremos cómo enseñar la gestión de emociones a nuestros hijos y cómo su reconocimiento puede aportar innumerables beneficios tanto a los propios niños como a nosotros como adultos, padres, profesores, educadores...
A veces, Vega está muy tranquila, otras veces se pone muy nerviosa y en ocasiones reacciona sin pensar. ¿Y eso por qué será? ¡Todo está en el cerebro!
Nuestro cerebro tiene diferentes partes, y cada una es como un animal: hay el cerebro de tortuga, el de mono... ¡y el de cocodrilo!
Un cuento fundamental para gestionar las emociones. A través de coloridas ilustraciones y divertidos personajes, los más pequeños aprenderán a identificar qué están sintiendo y por qué.
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*Nota: esta es una recreación metafórica de funcionamiento cerebral muy sencilla pero no del todo exacta. El cerebro triuno como estructura anatómica se mantiene, pero en cuanto a funcionamiento, esta teoría ya ha sido desterrada. El cerebro es mucho más complejo y las funciones no son «estancas», sino que se dan en todo el cerebro.
Imagina que el cerebro humano consta de tres partes principales, cada una con funciones y características específicas:
Cerebro Reptiliano
Esta es la parte más antigua del cerebro y se encarga de las funciones básicas de supervivencia, como la regulación del ritmo cardíaco, la respiración y la respuesta instintiva a las amenazas. En los niños, esta parte del cerebro se desarrolla temprano y es fundamental para la supervivencia.
Es la representada por el «Cocodrilo».
Cerebro Límbico
El cerebro límbico está relacionado con las emociones y la formación de recuerdos. Juega un papel fundamental en el desarrollo de las relaciones sociales y la regulación emocional. Los niños empiezan a desarrollar esta parte del cerebro durante la infancia y la adolescencia, lo que influye y afecta a su inteligencia emocional.
Representada por el inquieto «Mono».
Neocórtex
La neocorteza es la parte más evolucionada del cerebro y se relaciona con el pensamiento abstracto, la toma de decisiones, el razonamiento y el aprendizaje. En los seres humanos, esta área se desarrolla significativamente durante la niñez y la adolescencia.
Esta es la representada por la «Tortuga».
Educación Personalizada
Comprender cómo se desarrolla el cerebro en etapas ayuda a los educadores y padres a adaptar sus enfoques educativos para satisfacer las necesidades de los niños en diferentes etapas de desarrollo. Conocer la etapa evolutiva de tu hijo, te permitirá conectar mejor y entender por qué los niños hacen lo que hacen.
Regulación Emocional
El conocimiento del cerebro límbico permite ayudar a los niños a comprender y gestionar sus emociones, lo que es fundamental para su bienestar emocional y social. Y sobre todo, ayuda a los adultos a relacionarse de manera adecuada con ellos. En la infancia la regulación emocional es externa: necesitan de un adulto regulado para poder gestionar de manera adecuada sus propias emociones.
Promoción de la Seguridad
Reconocer el papel del cerebro reptiliano en las respuestas de lucha o huida puede ayudar a crear entornos seguros y tranquilos para los niños, lo que es esencial para su desarrollo. Saber que las reacciones de los niños son propias de su edad: pegar, patalear, chillar, empujar, morder… Nos será muy útil si queremos hacer una intervención respetuosa y enfocada en el largo plazo. El comportamiento se modela y la creencia se trabaja.
Autoconciencia
Comprender la interacción de estas tres partes del cerebro en adultos puede aumentar la autoconciencia y la toma de decisiones de forma respetuosa entendiendo lo que realmente está sucediendo en la cabecita de nuestros hijos, sin llevárnoslo al plano personal ni como una venganza de ellos hacia nosotros.
Gestión del estrés
Conocer cómo reacciona el cerebro ante el estrés puede ser útil para desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas, con cariño y desde el afecto. Y sobre todo para calmarnos a nosotros mismos, porque las emociones también se contagian…
Mejora de las relaciones
La comprensión del cerebro ayuda a mantener y mejorar las relaciones familiares al reconocer y gestionar las emociones en nuestros pequeños y en las nuestras propias. Somos agentes de cambio. Como decíamos antes, los niños aprenden de nosotros y al observarnos todo el tiempo, están aprendiendo a gestionar sus emociones.
Conocer qué situaciones nos alteran, qué altera a tus hijos, cómo funciona el cerebro en la infancia, te dará las claves para mejorar las relaciones y sobre todo, contribuir al desarrollo de una sana autoestima en tus hijos.
Por cierto, ¿sabías que los adultos también nos alteramos y nos cuesta intervenir de manera adecuada en las situaciones del día a día con nuestros hijos y/o alumnos?