
¿Rabieta o crisis sensorial? Aprende a diferenciarlas
Llorar, patalear o gritar son señales inequívocas de que a nuestro hijo o hija le pasa algo, pero casi siempre lo asociamos a una rabieta y reaccionamos de forma errónea a la emoción que están experimentando.
En este post, Alba Carreres, experta en neurocomportamiento, nos enseña a identificar qué es una rabieta y qué es una crisis sensorial, para que adoptemos las medidas y soluciones necesarias en cada caso.

¿Sabes diferenciar una crisis sensorial de una rabieta? No. No es lo mismo.
Una crisis sensorial y una rabieta son respuestas emocionales que los niños pueden experimentar, pero tienen diferentes causas y necesitan ser abordadas de manera diferente.
¿Os suena la expresión «se ha pasado de rosca» o «está revolucionado»? Pues bien, eso sería lo más parecido a una crisis sensorial.
Todo el mundo dice que la pequeña Ona es diferente y que a menudo se revoluciona. Pero Ona no es tremenda, tampoco rara, malcriada ni chillona. Tan solo siente las cosas con mucha intensidad y, poco a poco, todos debemos aprender a convivir y respetar la diversidad. ¿Cómo? Con amabilidad, límites y mucha serenidad.
Un cuento ilustrado por Lyona con texto rimado de Alba Carreres que visibiliza la neurodivergencia desde el cariño para hablar a los más pequeños de aquello que compartimos y, también, de todo lo que nos diferencia y nos hace únicos.
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¿Qué es una crisis sensorial y cómo acompañarla?
Una crisis sensorial ocurre cuando el niño o niña se siente abrumado por estímulos sensoriales inusuales (luces, ruidos, texturas…), pero también hambre, sueño o bien la energía intensa de otras criaturas.
¿Cómo suelen reaccionar a ello? Comportarse de forma inusual: llorar, gritar, intentar huir de la situación… lo que a las personas adultas nos podría parecer «liarla».
¿Qué necesita cuando esto ocurre? Necesita un espacio seguro y tener satisfechas sus necesidades básicas como el hambre, el sueño o sed. Hay criaturas que, además de necesitar un ambiente tranquilo, objetos reconfortantes, contacto con el cuerpo de su vínculo principal (madre, padre, etc) o actividades tan variadas como, por ejemplo, columpiarse.
¿Qué es una rabieta y qué hacer cuando suceda?
La rabietas ocurren cuando la criatura no consigue lo que quiere o se enfrenta a límites y frustraciones.
Las señales pueden resultar muy similares: llanto, gritos, pataletas… con las que expresan su frustración y disgusto. Un truco para identificarlas pensar en si la criatura ha manifestado que quiere algo que no puede tener, como por ejemplo un juguete de una tienda de juguetes al que le hemos dicho que no lo vamos a comprar.
Mantener la calma, que tenga de antemano los límites claros y validar las emociones es clave: «Estás enfadado porque quieres el juguete» y ofrecer una alternativa, por ejemplo, que se lo pida para Reyes.

Interiores del libro Ona se revoluciona, de Alba Carreres
Es importante que los padres, madres y las familias reconozcan las señales y las causas detrás de estos comportamientos para responder de manera empática y efectiva, ayudando así a sus hijos a desarrollar habilidades de autorregulación y manejo de emociones.
También es importante dejar los límites claros y de forma asertiva a otros familiares que puedan interferir pensando que están haciendo lo mejor para tu hijo o hija dándole lo que quiere.
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